En una gran demostración, no solo de guapeza y jerarquía, Fernando “Pumita” Martínez reivindicó su condición de campeón mundial y superó claramente al Jerwin Ancajas, en fallo unánime, y retuvo su corona mundial de los supermosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Fue la primera defensa titular, que además fue la revancha frente al filipino, a quien le ganó el título en febrero pasado.
El “Puma”, como prefieren llamarlo ahora, porque dejó de ser el boxeador pequeño para meterse en la elite del pugilismo mundial, no hizo más que reafirmar su superioridad frente al Ancajas, a quien le dio un duro castigo a lo largo del combate que se desarrolló, en el Dignity Health Sports Park de Carson, California.
El jurado no tuvo dudas en reconocer la amplia victoria del púgil nacido en la Boca, por amplio margen: Zachary Young y Tiffany Clinton firmaron un 118-110, mientras que Ellis Johnson notó mayor diferencia y le dio al argentino un 119-109.
El púgil de Avellaneda, expuso, que lo de febrero pasado no fue casualidad ni por asomo. Es que así, como lo dominó en la primera pelea al filipino, donde le arrebató el título con un boxeo veloz y frontal, volvió a repetir la fórmula con mayor precisión, donde solo le faltó el nocaut. Ancajas, si bien en algunos pasajes estuvo sentido, nunca visitó la lona. Se mantuvo en pie pese al castigo y, en algunos pasajes, con su volea de izquierda, llegó al rostro de Martínez y lo hizo basilar en noveno y décimo round e incluso buscó la zona blandas del argentino, quien supo aguantar y demostró que estaba muy bien preparado.
En el cierre de la pelea, los últimos round el Pumita derrochó guapeza sobre el ring y le arrancó una ovación al público en el mítico Sports Park de Carson, donde Brian Castaño, hace unos meses, perdió su título.
El Pumita Martínez es el único campeón mundial vigente que tiene la Argentina y estiró su record e invicto a 15 triunfos, 8 de ellos antes del límite. Mientras que, Ancajas quedó con un record de 33 victorias, 22 por nocauts, 2 empates y 2 derrotas.
Luego del combate, con la simpleza que lo caracteriza, tuvo palabra de agradecimientos para todos aquellos que han apoyado su carrera profesional e indicó respecto a su condición: “Me preparé muy bien e hicimos terrible campamento en mi casa y gracias a los Bomberos de la Boca. Sabíamos que lo más difícil sería mantener el título y lo hicimos. Ahora quiero ir a casa a descansar y recuperarme de los golpes. Después, quiero ir por Ioka, Chocolatito González y todos los campeones. Quiero ser el campeón unificado de Argentina. ¡Que se preparen porque hay un Puma Martínez que ruge muy fuerte”, amenazó.
Martínez, solo tiene 15 peleas como profesional, pero batalló sobre el ring del Sports Carson como si fuese un experimentado campeón, al respecto dijo: “Soy un campeón mentiroso, tengo un récord mentiroso, vengo peleándola desde los 11 años, luchando y sacrificándome para esto. Tengo 31 años y sigo luchándola, creo que en un par de defensas más le voy a comprar la casa a mi familia, la voy a sacar adelante. Vine hasta acá a buscar mi sueño y hacer historia”, manifestó feliz.
