Debía ganar y lo hizo. Luego de un empate y dos derrotas, Huracán Las Heras tenía la imperiosa necesidad de volver a cantar victoria para volver a meterse en sintonía con los de arriba. Fue victoria ajustada, justa y sufrida ante Peñarol de San Juan, como muchas veces lo marcó la historia de esta populosa institución lasherina, que sabe de sufrimientos y también abrazarse con las mieles del éxito. Un 2-1 merecido, emotivo gracias a un penal en tiempo de descuento, pero que igual sirve para que las más de tres mil personas que fueron a alentar se fueran contentos a sus casas.
Ahora el Globo parece tener un poco de paz en la tabla de posiciones, quedó tercero con 11 puntos en una Zona B que es liderada justamente por Argentino de Monte Maíz (Córdoba). En cuanto al trámite, el encuentro se le presentó trabado al Globo. Si bien en los primeros minutos la intención fue abrir por las bandas para el desequilibrio personal de sus individualidades, con el correr de los minutos el equipo del Cachorro Abaurre fue perdiendo precisión y eso llevó a que el juego se disputara con mayor frecuencia en el centro del campo, donde Peñarol se mostraba fuerte y sus volantes estaban más claros que sus rivales.
Y la primera clara, después de un par de aproximaciones del local, fue para el visitante. Tras una buena jugada colectiva del Bohemio con la complicidad defensiva de los hombres de HLH, Paulo Oballes tuvo la apertura del marcador y la pelota se fue muy cerca del arco defendido por Ignacio Acordino. Un llamado de atención para un representativo local falto de ideas y que buscaba con remates de larga distancia tratar de sorprender a Franco Puppo. Sin embargo, nada con claridad hasta pasada la media hora de juego cuando Javier Peñaloza ejecutó desde afuera, el arquero visitante dio un rebote largo y Hernán Tifner se lo perdió de cabeza.
Y no hubo mucho más en ese primer tiempo donde el dueño de casa tuvo infinidad de pelotas detenidas (entre ellas, cinco tiros de esquina) que no supo sacarle provecho. Intentó salir desde el fondo, pero no funcionó. El encuentro claramente pedía otra cosa.
En el reinicio, Huracán salió decidido y a minuto diez empezó a demostrar que pretendía quedarse con los tres puntos. Es que tras una gran jugada colectiva, Juan Manuel Marital recibió y con pelota dominada empezó una serie de regateos que terminaría con un potente remate que hizo estéril la estirada de Puppo.
Con la tranquilidad de saberse en ventaja, el Globo empezó a manejar el trámite. Abaurre introdujo variantes para tratar de liquidar el pleito, pero también para cuidar la mínima diferencia. Sin embargo, el Globo que hasta ese momento jugaba con un hombre más por la expulsión de Reinaldo Alderete, Matías Contreras cometió una infantil infracción que costaba caro. El defensor no solamente se iba a las duchas, si no también que desde ese tiro libre, Barraza igualaba el trámite cuando las agujas del reloj marcaba el minuto 45. Baldazo de agua fría. Nadie lo podía creer. Pero hubo reacción. Es que en tiempo de descuento y en una de las últimas jugadas de la tarde. Irusta metió la mano en un balón detenido y el colegiado santiagueño Francisco Acosta no dudó en cobrar penal, pena máxima que Agustín Verdugo cambió por gol para el delirio de los hinchas, que ahora se vuelven a ilusionar.
