Sin jugar muy bien, pero rescatando un punto valioso que lo mantiene como líder de la zona A de la Copa de la Liga, River Plate igualó frente a Atlético Tucumán, en el estadio José Fierro, donde no hubo goles. La más clara fue el penal que le cometieron a Nacho Fernández a los 23 minutos del primer tiempo y entre las discusiones si lo pateaba, Ezequiel Barco o el colombiano Borja. Terminó pateando el penal, Barco y en primera instancia la tapó José Devecchi y la desvió. El árbitro entendió que hubo invasión y ordenó que se pateara otra vez el penal.
Desde el costado de la cancha, “Micho” desesperado le pidió a Borja que se hiciera cargo de la ejecución. Barco no le dio “pelota” al DT y lo ejecutó nuevamente él; mal y a las nubes. En el segundo tiempo el entrenador Millonario lo mandó a las duchas.
El primer tiempo tuvo de todo menos goles. Porque arrancó mucho más entonado el conjunto de Sergio Gómez, que fabricó las llegadas de mayor peligro, y después una gran oportunidad de torcer el pleito para los de Martín Demichelis derivó en un escándalo impensado. La cara del peligro local fue de Matías Orihuela, quien no alcanzó a desviar en su primera chance clara y en la segunda partió en offside, pero reventaba el travesaño. Por eso sorprendió que en su primera oportunidad el Millonario golpeara a fondo, para abrir su propia caja de Pandora en el seno de su plantel.
Néstor Breitenbruch adelantó la pelota en un rechazo en el área y al ir por ella le cometió un claro penal a Nacho Fernández, aunque hubo protestas y confirmación del VAR por un leve pero ampuloso agarrón previo de Facundo Colidio. En paralelo a las discusiones locales con Nazareno Arasa, Miguel Borja pretendió ser el ejecutante pero Esequiel Barco no lo dejó. Primer remate: tapó muy bien José Devecchi arrojándose a su derecha para el desahogo tucumano, pero el VAR determinó que hubo invasión y debía repetirse la acción.
Además del mal entendido entre Borja y Barco, tras un momento muy caliente para River, que después siguió sufriendo con Marcelo Estigarribia errando ante Franco Armani y el arquero tapándoselo a Joaquín Pereyra. Recién más cerca del descanso lo tuvo Borja, pero le erró al arco por poco.
En el complemento, todos fueron a consolar a Barco, hasta el colombiano, dejando atrás cualquier rencor. Igual, el que tomó nota del desaire fue Demichelis, quien decidió que el desobediente no volviera en el complemento y fuera reemplazado por la ascendente joya Franco Mastantuono.
Mejoró mucho el equipo de Demichelis en el complemento y, por los laterales desbordó al Decano, que ya no tuvo el mismo ritmo de juego y apostó al contragolpe, una de esas le quedo a Pereyra que frente a la salida de Armani, de zurda estrelló la pelota contra el palo.
A los 24′ tras un desborde un centro le quedó a la altura de la medialuna a la Joya Mastantuono, que sacó un remate de zurda increíble y el balón dió en el ángulo derecho del arco defendido por Devecchi.
No hubo mucho más emocione, lo único sobresaliente fue la lesión del colombiano Borjas a los 25′ que se retiro con una dolencia en su pierna derecha y no dejó de ser una preocupación para el banco de la Banda, teniendo en cuenta el superclásico.
River Plate empató sin brillar. El Decano no logra facturar ni siquiera de local. Para muchos pareció poco, pero el Millo se mantiene invicto y puntero.