El equipo de fútbol para amputados Los Cóndores, único representante mendocino, fue anfitrión este fin de semana de la tercera fecha de la Liga Nacional de la disciplina, que convoca a distintos elencos del país. Más allá de los triunfos y derrotas, y de las chances que tienen para clasificar a semifinales por la zona sur, Los Cóndores es un combinado de talentos y ejemplos que vale la pena conocer, porque el verdadero objetivo no es un título sino ser centro de nuevas oportunidades para personas amputadas.
Este desafío viene de un arduo trabajo de sus integrantes, que siendo amateur realizan un gran esfuerzo por concretar el sueño de cualquier deportista: obtener logros y hasta una convocatoria en la Selección Nacional.
Ellos se entrenan en el Polideportivo La Gloria, preparándose para poder hacer crecer esta modalidad para amputados con el fin de contener a sus pares, acompañarse y disfrutar de esta pasión, logrando encontrar sus capacidades, de sus discapacidades.
A profesionales, estudiantes y de distintos oficios, los une las ganas de jugar a la pelota. Y de estas ganas nació el equipo, cuyas edades rondan los 26 a 40 años.
Los Cóndores se originaron en el 2015 de la idea de Jonathan Guzman, luego de una convocatoria para el seleccionado nacional, en la cual Augusto Alonso (2) fue uno de los primeros mendocinos en formar parte junto a Máximo Lamarca, y tuvo su primera participación a los 15 años. Por su vasta trayectoria en el elenco argentino (jugó cuatro Mundiales, tres Copa América y una Confederación) es uno de los motivadores para que otros amputados puedan sumarse a la actividad, cuyos entrenamientos está a cargo de Aldo Zani.
Los Cóndores, según cuenta Augusto, surgió de “una convocatoria entre conocidos y después de difundirse de boca en boca, hoy podemos decir que tenemos un plantel para competir en una Liga”.
Según el reglamento mundial, el formato es similar al del fútbol 7. “A los jugadores de campo les tienen que faltar una pierna y jugar con bastones canadienses, o pueden tener una malformación o impedimento en la pierna, como una atrofia, mala praxis o malformación. Y en el caso del arquero, un brazo. Y si la amputación es en dedos de la mano, ese brazo debe esconderse debajo de la camiseta para anularlo”, explicó el futbolista.
Como parte del reglamento, “quien toque el balón con la extremidad amputada o afectada, comete falta”.
-¿Pero cómo evitar no tocar el balón con ese lado del cuerpo?
-Claramente se comete muchas de estas faltas porque son actos reflejos, en –por ejemplo- bajar la pelota que viene de aire. Pero eso se corrige como parte del entrenamiento.
-¿Cómo hacer saber a aquellas personas que pueden hacer un deporte después de un momento trágico de su vida?
-Primero es cambiar la idea de que esta limitación no lo es. Pero nosotros lo que primero hacemos para incluir es que compartan y se convenzan que si les falta alguna parte de su cuerpo, de igual forma se puede jugar a la pelota. Es parte de las ganas que tengan de superarse a sí mismos, de intentarlo.
-¿Poder jugar les da otro propósito a sus vidas?
-Es que todos estamos al mismo nivel en ese aspecto, tanto convencionales como amputados. Porque el que se propone a conseguir más cosas, se pone objetivos y lo logra de igual manera. Nos da seguridad al lograrlo y eso ayuda a no limitarnos a nosotros mismos. Porque nos damos cuenta que es menos complejo de lo que uno imagina. Rompemos con estructuras internas, hace que uno se conozca y nos reinventamos.
Más allá de lo puntualmente competitivo, Alonso, quien es amputado por un osteosarcoma en el transfemoral de la rodilla derecha, invita a personas amputadas con ganas de superarse mediante esta pasión que es el fútbol.
“Si bien nos juntamos a hacer deportes, lo hacemos para compartir experiencias, aconsejarnos en cómo resolver trámites y a aceptar las posibilidades físicas que tenemos. Lo que hacemos es proponernos con metas y objetivos en lo deportivo, pero fundamentalmente nos convocamos para recibir apoyo y contención”, sostuvo.
Y aclaró que esto no se restringe a menores y mujeres. Porque el “reglamente incluye equipos mixtos. En el caso de los niños, el mínimo de edad es de mayor de 16. Pero la idea es que igualmente se sumen a jugar”, concluyó.