Godoy Cruz comenzó de la peor manera su participación en la Zona B del Torneo Apertura de la Liga Profesional, tras ser goleado, como local, ante Rosario Central, 3-0. Fue una tarde noche para el olvido, donde nada puede ser rescatado y donde el arquero visitante fue un mero espectador de lujo. Ante la imposibilidad de utilizar el Malvinas Argentinas, el escenario fue el Víctor Antonio Legrotaglie de Gimnasia y Esgrima, donde los hinchas coparon todos los sectores, aunque no pudieron volverse con una sonrisa.
La primera chance clara fue para el visitante, que no consiguió empujar al gol casi en la línea del arco. Esa acción no fue ocasional ni producto de la fortuna: el Tomba salió demasiado dubitativo y el Canalla aprovechó para jugar directo, sin escalas, rumbo al arco de Franco Petroli. Desde la línea de cal, Pedernera, visiblemente molesto, conversaba con sus asistentes respecto de las falencias que mostró el elenco mendocino en ese arranque de temporada. Y los malos presagios se hicieron realidad sobre los 17′, cuando Ignacio Malcorra tomó el balón sobre la izquierda y su preciso centro aterrizó en la cabeza de Enzo Copetti y fue a dormir al fondo del arco. Ventaja para el Canalla y cachetazo para el Bodeguero.
Y si el arranque fue pésimo, lo que siguió fue mucho peor. De una acción donde el Tomba generó una chance clara, salió el contragolpe veloz de la visita y el remate de Malcorra que se desvió en Vicente Poggi y descolocó a Petroli. Apenas iban 25′ de partido y el Expreso no encontraba respuestas a la efectividad rosarina. Las diferencias eran claras: cada vez que el ataque visitante encontraba espacios, provocaba miedo. Mientras, la ofensiva bodeguera hacía todo a los ponchazos, más por fuerza y empuje que por claridad. Así, en media hora de juego nada pasó sobre el arco de ‘Fatura’ Broun.
Los minutos finales del primer tiempo encontraron un paso adelante del Tomba, obligado por el resultado y la localía, intentando hacer correr el balón, aunque con demasiadas imprecisiones. Encima, las pocas ocasiones de balón parado fueron mal ejecutadas. Sobre mojado, llovido. Sin embargo, hubo un crecimiento en el rendimiento de Juan Pérez que encendió la esperanza. Ni hablar cuando en la última del primer tiempo, Matías González sacó una media vuelta que pasó a centímetros del ángulo izquierdo de Broun.
Para el complemento, un diluvio trajo consigo tres modificaciones: adentro Bruno Leyes, Nicolás Fernández y Facundo Ardiles; afuera Gonzalo Ábrego, Vicente Poggi y Lucas Arce. ¿El resultado? Gol de Rosario Central a los 3′ de iniciado el complemento, vía Jaminton Campaz, tras una gran asistencia desde 30 metros de Emanuel Coronel. Si había un peor escenario para el Tomba, no era conocido hasta el momento.
Rosario Central fue amo y señor del encuentro, dominando a placer, con contragolpes electrizantes que pusieron en jaque a la defensa mendocina y la sensación de que las modificaciones no hicieron más que favorecer el rendimiento de los visitantes. Con espacios y tiempo, el Canalla expuso la peor versión de Godoy Cruz, que para colmo no consiguió acertar un pase de mitad de cancha hacia el arco de Broun. Con un ritmo vertiginoso, Central encontraba en cada contragolpe la chance de ampliar la diferencia. El partido estaba muy claro para los visitantes. ¡Y todavía restaban más de 25 minutos por jugar! Y el cuarto llegó luego de una acción entre Malcorra y Lautaro Giacone, que definió este último, pero que fue anulado por offside del “10″ canalla.
No fue un buen comienzo de temporada para el Expreso, que pagó caro cada error defensivo y que expuso su peor cara ante un Rosario Central que cotizó en Bolsa por efectivo e inteligente para acelerar en el tramo final del campo, aprovechando el desorden rival. Cada vez que se lo propuso, encontró espacios para lastimar.
Mucho deberá trabajar Pedernera para revertir este comienzo de niveles individuales y colectivos por debajo de lo esperado. Pero además, la sensación que quedó flotando en este primer compromiso apunta a la dirigencia: ¿no habrá más incorporaciones?
