Fiesta de la Vendimia. Tiempo de cosecha y buen vino mendocino. Y para festejar el renacimiento del equipo de Diego Flores, nada mejor que un tinto de la Bodega Tomba. Justo en la mejor época de la tierra del sol y del buen vino, el Expreso bodeguero sacó a relucir su mejor versión.
Con buen fútbol, contundencia y un enorme espíritu solidario, borró de la cancha a uno de los mejores elencos del fútbol argentino. Porque eso es este Racing de Gago, que ayer no estuvo presente ni por asomo en el Malvinas Argentinas. Y en eso mucho tuvo que ver el Tomba.
No había que ser un erudito en la materia para darse cuenta de que era un partido bisagra para el cuerpo técnico encabezado por Diego Flores, quien era mirado de reojo por cierto sector de los hinchas y la dirigencia. Pero afortunadamente para el DT, los que mejor entendieron ese mensaje fueron sus jugadores. Ni más ni menos que los verdaderos protagonistas de este juego: los que siguen tomando las decisiones dentro del campo.
Los futbolistas de Godoy Cruz tuvieron la gran virtud de salir a comerse crudo al adversario. Y tuvo premio en esa búsqueda inicial con un grito precoz antes del minuto de juego. Fue el corolario de una excelente triangulación por la derecha entre Conechny, Arce y Fernández, quien llegó libre al “cajón” y mandó un centro atrás que el propio Conechny conectó de zurda en el punto del penal y dejó sin chances al bueno de Gabriel Arias.
Racing no sólo no pudo sobreponerse al golpazo madrugador del Tomba, sino que -para colmo de males- perdió a su gran referente y capitán (Leonardo Sigali) antes de la media hora de juego. La tarde para la Academia había arrancado torcida. Tanto, como esa definición de Johan Carbonero que se fue apenas ancha ante el achique del “Ruso” Rodríguez. No mostró del circuito de toque que es un mandamiento para Gago y que lo ha plasmado en tantos compromisos.
Godoy Cruz tuvo el gran mérito de ejecutar a la perfección el panteo inteligente de minarle el área de laterales lanzados (especialmente Arce), volante llegadores y un Salomón Rodríguez que se sintió mucho más cómodo cuando Sigali dejó la cancha.
Cuando el balón pasó por el “Indio”Fernández, Hernán López Muñoz y Tomás Conechny, el Tomba encontró espacios entrelíneas para atacar los pasillos internos y externos que Racing dejó por su deficiencia en el retroceso y las faltas de coberturas.
El Tomba lastimó seguido cuando aceleró por la derecha porque entre Fernández y Arce le hicieron permanentemente el 2-1 a Rojas . Y esas llegadas al fondo y los centros atrás fueron habituales y un dolor de cabeza para los de “Pintita” Gago.
Godoy Cruz ganó con autoridad porque fue otro. Y no porque Flores haya metido once cambios (de hecho hizo solo uno: López Muñoz por Allende), sino porque la puesta en escena fue otra. El orden en el retroceso y la actitud de todos para reagruparse y tapar líneas de pases y pasillos de juego interno esta vez fueron eficaces.
Salomón Rodríguez le puso tiza al botín zurdo y liquidó el asunto de tiro libre. Después, hubo tiempo para varias salvadas y algunas polémicas. Pero el Tomba ya había cosechado la vid.
En la próxima fecha el Tomba visitará a River en el Monumental el domingo a las 19.15, mientras que Racing recibirá a Sarmiento el mismo día pero a las 17.