El empate suma, pero no deja de ser un “puntito”. Para Huracán, en su objetivo de permanecer en la categoría después de tantas dificultades, era la gran oportunidad de sumar de a tres para respirar más aliviado en la recta final del campeonato. Pero no pudo y debió conformarse con una unidad frente a un adversario directo en la lucha por seguir siendo del Federal A.
El desarrollo del partido dejó en evidencia los motivos por los que al Globo le cuesta muchísimo ganar. De hecho, sólo pudo triunfar una sola vez en los últimos ocho partidos. Es uno de los equipos que más partidos empató (13) y de los que menos goles a favor tiene (21).
El equipo dirigido por el “Cachorro” Abaurre parece armado para luchar los partidos más que para jugarlos. Físicamente, presiona casi todo el partido y no regala nada. Rara vez se lo puede agarrar mal parado, y contrarresta bien la pelota parada del rival. Lo llamativo del caso es cómo se le dificulta asociarse, juntar pases y generar acciones de peligro frente al arco adversario.
Para tratar de paliar ese déficit, la propuesta del “Cachorro” Abaurre era clara: un 4-1-3-2 con Brian Zabaleta por delante de Rodrigo Ramírez para intentar que el zurdo oficie de nexo de los puntas, Peñaloza y Leiva. Sin embargo, la idea no tuvo una buena ejecución por parte de los intérpretes y los buenos primeros minutos de Huracán se fueron diluyendo con el desarrollo del encuentro.
Bastó que el inoxidable “Pampa” Gelabert estrenara sus 41 años (los cumplió el viernes pasado) con una demostración de que jerarquía luce intacta a pesar del paso de los años. Por capacidad de lectura del juego, sentido de la ubicación y distribución de la pelota, el ex jugador del Lobo mendocino se hizo dueño del mediocampo. Eso sí, contó con el buen acompañamiento de Nicolás Cavagnero, un “5″ clásico de corte y confección que aparece en todas las fotos.
Presión contra presión, el trámite del primer tuvo una intensidad realmente asombrosa. Eso sí, se olvidaron de los arcos. Sin ir más lejos, el único remate concreto al arco en los primeros 45′ fue un derechazo de Cavagnero desde afuera del área que Accordino controló en dos tiempos en el amanecer del encuentro. En esa etapa no hubo nada más, sólo buena intenciones y muchas infracciones.
Si bien Ferro fue levemente superior por el tratamiento que le dio a la pelota vía Torres, Vivani, Garoni e Ibarra, la realidad es que el “Oso” no volvió a pasar mayores sobresaltos.
En el complemento, Abaurre rediseñó el sistema y Huracán se paró con un 4-2-3-1. Y el Globo tuvo la situación más clara al minuto de juego, cuando un pelotazo largo de Vallés derivó en Leiva adentro del área. El “9″ apareció libre de marcas y pie a mano con el arquero, pero se apuró y definió por arriba del travesaño con todo el arco a su merced. Increíble.
Los cambios (puesto por puesto en su gran mayoría) no alteraron el curso del partido y ambos entraron en el juego del miedo a perder. Ferro casi se lo lleva en el descuento, pero Joaquín Livera remató desviado. El Globo sumó apenas un punto y el panorama está complicado.