Han pasado un puñado de horas desde una de las jornadas más inolvidables para el mendocino Ignacio Francisco Erario y la fatiga aún puede detectarse en su voz. Los 21K de la Ciudad de Buenos Aires, una de las pruebas atlética internacionales más notables por su masividad y la calidad de sus participantes, dejó huellas. Y aunque las horas posteriores sirvieron para recargar energías, Ignacio tuvo que afrontar las múltiples entrevistas tras el éxito que significó haber sido el primer argentino en llegar a la meta, con un tiempo de 1h1′58′', y coronarse campeón nacional de media maratón, tomándose revancha de la edición anterior, donde finalizó segundo, con un tiempo de 1h02′12′', detrás de Federico Bruno.
- Apenas finalizada la competencia, hablabas de tarea cumplida...
- El objetivo principal era bajar la hora dos minutos de la anterior edición y se cumplió. El circuito me pareció un poco más duro que el año pasado y me tocó salir a puntear el pelotón a mí. Estoy muy contento.
- ¿Cómo fue sostener el ritmo al frente del pelotón?
- Empezamos bien desde la entrada, cumpliendo con los parciales. Yo sabía que tenía que correr así. La idea era sostener el ritmo de entrada. Costó por la gran cantidad de subidas y bajadas y pasado el kilómetro 7, el parcial se fue un poco, así que tuve que acelerar. Iba en el pelotón de los sudamericanos, con un peruano, un ecuatoriano, un chileno y el argentino David Rodríguez (NdR: fue segundo a nivel nacional). Me sentía fuerte; estaba muy bien físicamente.
- Respecto de nuevos desafíos, ¿qué se viene ahora?
- Quiero pensar en el maratón, para lograr la mínima olímpica para disputar los Juegos Olímpicos del año que viene. Todavía no sé muy bien dónde ni cuándo va a ser el debut, pero será pronto. El objetivo más importante son los Juegos Olímpicos de París 2024. Es el sueño de todo atleta. Claro, no hay media maratón y tengo que buscar la mínima olímpica en los 42K. El récord argentino es de 2h9′ 36′' y debería bajar ese tiempo un minuto y medio. Lo veo difícil, pero no complicado. Mi marca de media maratón, matemáticamente, me da como para correr una buena maratón cerca de las mínimas necesarias para ir a los Juegos. Lo complicado es donde hacerlo y si hay un pelotón con quien correr; además de conseguir los pasajes, el tema del alojamiento, el traslado... Es lo complicado del deporte individual; gestionar ese tipo de cosas es difícil.
- Acá es cuando la presencia del estado se vuelve fundamental para acompañar el proceso de formación de un atleta...
- Seguramente. Yo tengo un aporte del estado provincial, un subsidio, y de la Municipalidad de Mendoza, que me banca todos los meses. Pero bueno, la realidad es que los alquileres se han ido por las nubes, hay que comprar comida, está todo caro... Si bien tengo mis sponsors que me brindan suplementos, indumentaria, gimnasio, kinesiólogo... Lo tengo todo cubierto. Sin embargo, sigue faltando lo extra: el día a día para vivir como es comprar comida, la nafta del auto, la ropa y demás. Falta un poco de apoyo privado. Sigo buscando la forma de conseguir más sponsors para poder seguir viviendo del atletismo, que es mi pasión. Quiero seguir dándole alegrías a Mendoza y al país.
- Siempre con el sueño máximo de los Juegos Olímpicos...
- He tenido la suerte de representar al país en un Sudamericano, en un Iberoamericano y en los Juegos Odesur del año pasado... Sin embargo, el hecho de representar al país en unos Juegos Olímpicos sería el sueño máximo. Y más en un deporte integral como el atletismo, que es mucho más difícil que los deportes en equipos.
- ¿Cómo te iniciaste en esto de correr?
- Empecé hace unos 10 años, más o menos. Tenía 16 o 17 años. Sin embargo, de forma profesional, hace unos cuatro o cinco años. Desde los 22 o 23 años estoy con todo lo que implica entrenar en doble turno, de lunes a lunes, sin descansos. De lunes a sábado doble turno y el domingo un solo turno. Es sacrificada la vida de entrenamiento para el atleta, tanto para uno como para quienes lo rodean.
- ¿Y cómo fue el salto del amateurismo al profesionalismo?
- En la categoría juvenil, veía a los grandes exponentes de la selección argentina y quería ser como ellos. Ahí comencé a ver que había que entrenar más, de forma más seria, cuidarse en las comidas y el hecho de aumentar el volumen de trabajo, corriendo más kilómetros. Es mucho más sacrificado. El hecho de hacerlo una semana no es complicado, pero hacerlo las 48 semanas que tiene el año si es difícil. Es lo más duro de todo esto; mantener la motivación aunque uno no tenga ganas.
- Antes del atletismo, ¿practicabas algún deporte?
- Hacía artes marciales. En un momento me quebré el brazo y en la escuela me mandaban a correr. Y justo había una maratón, me inscribí y me fue mal. Al otro año me preparé mejor y corrí 10 minutos más rápido. Y ahí me empezó a gustar, porque soy bien competitivo. Pero no contra los demás, sino con uno mismo; sabiendo que, para bien o mal, depende de vos.
- Remarcas que es un deporte individual, pero sin dudas mucho tiene que ver la gente que está a tu lado...
- Obvio. Mi entrenador es Florentino Correa y lo hacemos a la distancia. Hoy en día entreno solo porque no me queda otra. A veces cuando me reúno con otros compañeros de la selección, en algunos campamentos de entrenamiento, ahí puedo compartir rutinas, entrenar con alguien. También en carreras, el hecho de correr en un pelotón, dividiéndose para ir tirando un kilómetro cada uno... Hay que tener en cuenta que si el otro corre más rápido, a mí me ayuda. Es un deporte individual, pero también sirve para que los atletas hagan cierto compañerismo.
- A veces terminar una competencia tiene un costo elevado, ¿cómo empujas los límites?
- Pienso en mi novia, en mi entrenador y mi familia; en la gente que te alienta durante el recorrido y todo el esfuerzo que uno hizo para llegar hasta ahí.
-Jugatela; ¿te vamos a ver en los Juegos Olímpicos?
- (Risas). Si, vayan sacando los pasajes.
Otros temas, en detalle
Sus logros. “La media maratón del domingo y la del año pasado. Representar al país en un Sudamericano y ser múltiple campeón nacional. A veces uno no se fija los logros, sino las marcas que consigue”.
El atletismo en Mendoza. “Veo un retroceso. Hoy en día, aunque está siendo gestionada, la pista de atletismo no tiene luz. Otras provincias apoyan aún más el deporte local”.
Los atletas nacionales. “Han mejorado bastante. Se notó con los resultados en los últimos Odesur y el último Sudamericano, con una cosecha muy buena de medallas. Hay crecimiento”.