En la noche del martes 29 de octubre, River y Atlético Mineiro se van a enfrentar en el juego de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores en un cotejo que se va a realizar en el estadio Monumental.
Sin embargo, lo que se suponía que debía ser una fiesta se vio empañada por el ataque que sufrió uno de los micros que transportaba hinchas del Galo camino al Estadio Antonio Vespucio Liberti. También por el retraso de varios minutos que tuvo la salida del plantel al no estar garantizada la seguridad en las calles por parte de la Policía.
En un video que publicó O Tempo, se pude apreciar el momento en que uno de los ómnibus que llevaba a simpatizantes de la escuadra de Minas Gerais es apedreado al pasar por Avenida Libertador, situación que afortunadamente no dejó heridos de gravedad pese a que algunos hinchas tuvieron cortes en sus rostros por los vidrios que volaron.
La Policía presente logró encontrar a los tres supuestos responsables del hecho, lo cual elevó la cifra a ocho personas detenidas en la víspera del encuentro -los otros cinco fueron por hechos ocurridos en las adyacencias del Monumental.
En paralelo, esta situación que sufrieron los hinchas del Galo obligó a que se demorara la salida del micro del plantel, ya que la intención de las fuerzas de seguridad era despejar esa zona donde ocurrió el ataque para evitar que lo mismo le suceda a la delegación.
La situación lejos de estuvo de ser pacífica, ya que los miembros de Mineiro vivieron los hechos con gran nerviosismo mientras intentaban encontrar una respuesta por parte de la entidad de seguridad.
“La Policía dice que no tiene seguridad para ir al estadio, es absurdo”, relató un miembro del club. Por su parte, desde el operativo esgrimieron por su cuenta la razón del atraso: “Hay un inconveniente en el trayecto, para garantizar la seguridad y están colapsadas las rutas al Monumental”.
Quienes si vivieron fiel a su estilo la situación fueron Deyverson y Hulk, que buscaron la cámara de TyC Sports para hacer pedir que se escuchara al delegado de su institución y hacer gestos, como fue el caso del verdugo de la ida que trató de “estar cagados” a los argentinos .
Tras casi diez minutos de espera, finalmente el micro de Mineiro emprendió su viaje al Monumental, en búsqueda de clasificar por segunda vez en su historia a la final de la Libertadores, la cual solo alcanzó en su edición 2013 -derrotó por penales a Olimpia-.