A la Liga Profesional le quedan 16 fechas por disputar. Mucho, ¿no? Serán 32 puntos que definirán al próximo campeón, a aquellos que irán a las Copas Libertadores y Sudamericana y, por supuesto, quienes serán los dos que caigan en desgracia (léase, descenso). Y aunque de acá al final todo puede suceder, Independiente Rivadavia camina al borde del abismo y sin señales de respuesta en lo inmediato. Luego de la salida de Martín Ciccotello y la llegada de Alfredo Berti, el equipo aún no consigue cambiar el chip y sigue navegando en un mar de dudas. Así, desde la caída ante Atlético Tucumán, por la fecha 9, el Azul acumuló cinco derrotas, un triunfo y un empate. Todo en medio de una irregularidad general, donde ni siquiera los nombres más experimentados consiguen un salvoconducto.
Ante Banfield volvió a exhibir rendimientos muy lejanos a lo que el hincha pretende. Aunque arrancó con buenas intenciones desde la presión y el posicionamiento en el campo de juego, con el correr de los minutos se fue dejando consumir por el empuje de un rival que tampoco es un dechado de virtudes. Sin embargo, con las corridas de Di Luciano, el Taladro rompió la banda izquierda de los mendocinos y abrió el marcador cuando se extinguía el primer tiempo. Fue un golpe mortal. Independiente Rivadavia no consiguió recuperarse y antes del cuarto de hora del complemento llegó el segundo, desde un remate de De Ritis.
Berti movió el banco, intentó con más delanteros en cancha y hasta probó con el vértigo de Alvez, quien tuvo algunos buenos minutos. No fue suficiente. Recién sobre el cierre de la etapa llegaron un tiro libre de Villa que se fue ancho, un cabezazo de Villalba a las manos de Sanguinetti y un remate cruzado de Alvez que se fue besando el palo. Fueron tres en 90′. Y más bien parecieron una reacción obligada ante un rival que ya había retrocedido con el 2-0 a su favor.
Apenas con algunos chispazos de Sebastián Villa no alcanzan. Hoy la Lepra no encuentra un nombre que llegue por el centro del área como referencia. Los brazos en aspavientos del colombiano luego del enésimo centro al primer palo, que fue rechazado por un defensor local, expresan el momento. De atrás hacia adelante, Berti deberá reorganizar todo. Encima es una semana corta, sin margen para el análisis exhaustivo. Lo único claro es que caminar al borde de la cornisa no suele ser recomendable.