La Fiscalía española anunció el inicio de una investigación preliminar contra Luis Rubiales, el suspendido presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), por un “presunto delito de agresión sexual” en relación al beso que le dio en la boca a la jugadora Jenni Hermoso.
En un comunicado emitido por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, se señaló que la investigación preliminar se inició a raíz de las “las manifestaciones públicas” de la jugadora de la selección femenina de que “el acto sexual sufrido por la misma y llevado a cabo por el Sr. Rubiales no fue consentido”.
La Fiscalía se propone contactar con Jenni Hermoso para informarle de que, “como víctima de un presunto delito de agresión sexual” tiene derecho a formalizar una denuncia contra Rubiales, un paso clave para que la vía penal pueda avanzar.
El beso en la boca que Rubiales le dio a Jenni Hermoso ocurrió durante la ceremonia de entrega de medallas del Mundial de Fútbol Femenino en Australia y Nueva Zelanda, que España ganó. Sin embargo, este gesto generó críticas y reacciones de condena tanto a nivel nacional como internacional.
Como consecuencia de esta controversia, la FIFA decidió suspender a Rubiales de sus funciones por 90 días mientras se lleva a cabo un procedimiento disciplinario. Esto ocurrió después de que Rubiales se negara a dimitir como presidente de la RFEF y afirmara que el beso había sido “consentido”.
Jenni Hermoso negó que el beso de Rubiales fuese consentido
Este viernes, la futbolista declaró haberse sentido “vulnerable y víctima de una agresión”, luego de que el seleccionado publicara una declaración en conjunto, informó AFP.
“Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte”, afirmó Hermoso en un comunicado en sus redes sociales.
Apenas unos minutos después de emitir un comunicado, junto a sus compañeras de la selección a través del sindicato Futpro, Hermoso recurrió a sus propias redes sociales para insistir en que el beso de Rubiales no fue consentido.
“Sencillamente no fui respetada”, afirmó la internacional española, después de que este viernes Rubiales rechazara dimitir por lo ocurrido en la final del Mundial y asegurara que el beso fue “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”.