Serán Los Angeles Lakers de LeBron James, grandes favoritos, contra Miami Heat, invitado sorpresa, y de lujo, en una lucha que iniciará esta noche, desde las 22, por el título de la temporada más intensa y caótica en la historia de la NBA, en un duelo con numerosas tramas por resolver.
Lebron pretende escribir una nueva página de gloria en la historia de oro de Los Lakers y, además, de honrar la memoria del fallecido Kobe Bryant. Para ello, deberá poner de rodillas a Miami, su exequipo, donde conquistó dos de sus tres anillos (2012 y 2013).
Enfrente estará Pat Riley, el presidente y cerebro de los Heat desde hace 25 años, compitiendo contra unos Lakers a los que dirigió desde el banquillo en la época dorada del “showtime”, llegando a siete finales y ganando cuatro campeonatos en la década de 1980.
El de esta noche será el primer enfrentamiento de estas franquicias en una final y se da en Disney World (Orlando), donde la NBA se refugió desde principios de julio para terminar una temporada atípica a resguardo del coronavirus y en medio de tensas protestas contra el racismo.
El último escalón
Los Miami Heat, que terminaron la fase regular en la quinta posición del Este, fueron subestimados por no clasificar a playoffs el año pasado y no contar con “grandes estrellas”.
Pero con la fuerza de su conjunto y potentes actuaciones de Jimmy Butler y Bam Adebayo lograron enviar a casa a los favoritos Milkwaukee Bucks (4-1) y después a los Boston Celtics (4-2).
Butler, un escolta All-Star señalado por un carácter conflictivo antes de llegar a Miami, reconoció que para culminar la gran sorpresa aún deben superar un reto siempre ineludible, batir a LeBron James.
“Ha sido así durante mucho tiempo: si quieres ganar, tienes que superar a un equipo liderado por LeBron James”, admitió hace unas horas.
“Nos tenemos que centrar en eso. Obviamente no puedes concentrarte en él porque tiene muchos jugadores muy buenos a su alrededor”, señaló. “Pero vas a tener ese mismo test, una y otra vez hasta que lo pases. Y ese test es LeBron James”.
Butler también cuenta con armas importantes para la “batalla final”; desde el joven Adebayo, que en la burbuja de Disney World se ha hecho un sitio entre los mejores pívots de la NBA, hasta la experimentada dirección del esloveno Goran Dragic y los francotiradores Duncan Robinson y Tyler Herro, el novato estrella de este cierre de temporada.
Esta noche, desde las 22, ambos animarán un duelo de estilos: Estrellas vs. juego colectivo.
Butler, el líder absoluto de los Miami Heat
Las probabilidades no hubieran situado nunca a Jimmy Butler en las puertas de las finales de la NBA como líder espiritual de los Miami Heat. Porque si algo se ha cruzado en el camino de este grandote de 2,01 metros son obstáculos. Los primeros fueron familiares: su padre lo abandonó de niño y, con 13 años, su madre lo echó de casa. Butler encontró un hogar, tras varios años por los suburbios de Houston, con la familia de un amigo. Allí creció como jugador y persona.
De su odisea familiar, destaca uno de sus atributos principales: no es un tipo rencoroso. “No les guardo rencor, todavía hablo con mi madre y mi padre. Nos queremos, eso no va a cambiar nunca”, explicó hace unos años.
Butler no es alguien que se prodigue demasiado en el pasado. “Todo esto no me ha llevado a ser quien soy: un buen jugador de baloncesto por mi trabajo y por la gente que me rodea. Si continúo en el pasado, entonces no mejoraré nada”.