Si hay algo que quedó en evidencia en los primeros días de los Juegos Olímpicos de París 2024, es que el río Sena, uno de los grandes protagonistas del evento deportivo más importante del año, nunca estuvo en condiciones de albergar las competencias que se desarrollaron: no sólo porque la organización no pudo frenar las contaminaciones, sino por la cantidad de atletas que a lo largo de estos días presentaron problemas de salud por lo anterior.
Y el caso de la alemana Leonie Beck no es la excepción: la nadadora de aguas abiertas que compitió el pasado jueves, reveló en sus redes sociales que “he vomitado nueve veces ayer, más diarrea” por “tener sed y beber del Sena”.
“Tenía sed y necesitaba beber algo, así que pensé: ‘ahora beberé del Sena”, comenzó su relato la atleta que acabó en la novena posición con un tiempo de 2:06:13.4.
“No me importaba lo que se dijera al respecto. El agua estaba fría y agradable, no sabía a nada”, agregó.
Unas pocas horas más tarde, la deportista nacida en Augsburgo de 27 años, compartió una foto en donde se la puede ver alzando el dedo pulgar- en sinónimo de que está todo bien-, en compañía de un mensaje: “Vomité nueve veces ayer, más diarrea”.
Sin embargo, esta situación sin precedentes, fue moneda corriente en París 2024. De hecho, unos días antes, la nadadora Claire Michel, que compitió en la misma prueba que la argentina Romina Biagioli, tiene la bacteria e.Coli, y hace ya cuatro días que está internada.