El delantero de Boca, Sebastián Villa, escuchó los alegatos de la defensa durante una hora y media en los tribunales de Lomas de Zamora, donde se desarrollan las últimas jordanas del juicio en su contra porque habría golpeado y amenazado a su exnovia Daniela Cortés en 2020.
El fiscal Sergio Anauti solicitó al Juzgado N.º 3 que condene a Villa a la pena de dos años y tres meses de prisión de ejecución condicional por los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo, por mediar violencia de género y por amenazas coactivas.
El futbolista estuvo acompañado por su abogado Martín Apolo y su mamá, que se presentó por primera vez desde que comenzó el juicio. Ayer aseguró ser inocente y acusó a su ex pareja de haberlo golpeado.
La jornada de hoy se inició con una polémica. El abogado Apolo solicitó la incorporación de una serie de documentos relacionados con las pericias psicológicas y psiquiátricas realizadas a la víctima. El fiscal se opuso a esta petición, lo que llevó a la jueza a tomar un breve receso para tomar una decisión. A las 11:25, la audiencia se reanudó con la aceptación de los documentos y el inicio del alegato por parte del fiscal.
Durante su discurso, Anauti pronunció una frase contundente: “Es imprescindible que se valore en esta causa que hubo violencia en todas sus formas hacia la mujer”. Luego, amplió su argumento al afirmar que Villa había amenazado repetidamente a la víctima con que abandonara la casa, advirtiéndole que si no lo hacía, pondría fin a su vida y a la de su familia. Además, el fiscal aseguró que se habían confirmado golpes de puño en la frente de la víctima, los cuales coincidían con el uso de un anillo por parte del acusado.
Luego de un análisis de todas las pruebas, el fiscal llegó a la conclusión que mostraron una “escalada en la violencia”. Según el fiscal primero “empezaron los celos” y luego Villa “se ponía cada vez más violento, sobre todo cuando tomaba alcohol”.
El fiscal finalizó en relación con las amenazas que Cortés recibió de Sebastián Villa: “La víctima solo compartió estos actos de violencia con su hermana y su amiga Erika, ya que tenía miedo de lo que Villa pudiera hacerle a su familia en Colombia”.
La víctima en su declaración dijo que durante las agresiones el jugador de Boca agarró su celular y la amenazó con llamar a un sicario en Colombia para que asesine a su familia.