Aunque el final de temporada haya devuelto la gloria a los Lakers y Lebron James haya ganado su cuarto anillo de campeón, quizás su mayor logro no tenga que ver con el aspecto lúdico. Su protagonismo e importancia en el deporte de los Estados Unidos lo convirtió fuera de las canchas en uno de los más grandes exponentes del brutal racismo con que la policía de ese país trata a ciudadanos afroamericanos. Fue el portavoz que unió a millones detrás del movimiento “Black Live Matters” (Las vidas de los negros son importantes) y puso en jaque la temporada de la NBA, con la suspensión de varias jornadas de la competencia en señal de reclamo. Incluso fue más allá y enfrentó al mismísimo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunciando que votará en las próximas elecciones por Joe Biden.
Es que por encima de su enorme talento deportivo y su incansable búsqueda de nuevos desafíos, “King” James nunca olvida su dura infancia, plagada de inestabilidad, mudanzas y peligros. “Lo recuerdo bien y no quiero que otros lo sufran”, dijo en varias ocasiones. Esa realidad que le tocó atravesar lo convirtió en un tótem desde donde dar voz a la población negra de los Estados Unidos, arrojando luz a hechos de discriminación, violencia y exclusión.
De allí, aprovechando su imagen y su destacado rol dentro de uno de los equipos más ganadores de la NBA, Lebron supo utilizar sus redes sociales para hablar sobre crímenes raciales y el sufrimiento que padece su comunidad. “Concientizar sobre el el grave problema racial. Quiero un futuro más justo”, suele decir en sus entrevistas.
Ese compromiso social fue creciendo de la mano de un hombre que nunca perdió la “pasión por ganar”. Cada año busca objetivos nuevos y ya superó en números al mítico Michael Jordan. Incluso las estadísticas de la última temporada, a sus 35 años, hablan de un ganador que aún quiere más. Promedió 27,6 puntos, 10,8 rebotes y 8,8 asistencias a lo largo del sendero que condujo a su equipo a recuperar su lugar en la historia de la NBA y que le otorgó su cuarto anillo de campeón. Boston Celtics ya no se encuentra en lo más alto entre los equipos más ganadores: ahora lo acompañan los Lakers de Lebron.
Con el logro conseguido el pasado domingo en la noche, “King” James, junto a su compañero Danny Green, se sumó al selecto grupo de jugadores que ganaron tres anillos con tres franquicias diferentes. Los otros, John Salley Robert Horry.
La galería de estrellas NBA le tiene un lugar reservado y su estampa de leyenda aún puede seguir agigantándose. Mientras, él seguirá gritando a los cuatro vientos que “las vidas de los negros son importantes”.