Bernie Ecclestone, el exdirigente de la Fórmula 1, fue condenado a 17 meses de prisión en suspenso por fraude fiscal. Esta sentencia le evitará ingresar en prisión, siempre que no sea condenado nuevamente en los próximos dos años.
El exdirigente, de 92 años, recibió la sentencia después de haberse declarado culpable ante un tribunal londinense por no haber declarado 400 millones de libras (490 millones de dólares) en activos en Singapur entre 2013 y 2016. Además de la pena en suspenso, también fue multado con 652 millones de libras (800 millones de dólares) para resolver su litigio con el fisco.
Ecclestone inicialmente se declaró no culpable de estos delitos en agosto de 2022. No obstante, finalmente reconoció los hechos este jueves en una audiencia celebrada en un tribunal de Londres, evitando así el juicio que debía comenzar el 16 de noviembre.
El exdirigente, que gobernó la Fórmula 1 durante casi 40 años, había sido acusado de no haber declarado un ‘trust’ en Singapur con una cuenta de 650 millones de dólares, equivalente a unos 400 millones de libras en ese momento. La fiscalía británica argumentó que Ecclestone había proporcionado información “falsa o engañosa” al afirmar que no tenía ‘trusts’ no declarados en el Reino Unido ni en el extranjero.
La abogada de Ecclestone, Christine Montgomery, declaró este jueves ante el tribunal que su cliente “lamenta profundamente los hechos que han motivado este proceso penal”.
Pero no es la primera vez que el exdirigente estaba ante un tribunal. En 2014 ya logró paralizar un proceso en Alemania por corrupción, previo pago de 100 millones de dólares.
QUIÉN ES BERNIE ECCLESTONE:
Ecclestone dejó su puesto de máximo dirigente de la Fórmula 1 tras haber sido despedido por el nuevo propietario de los derechos comerciales de la disciplina, el grupo estadounidense Liberty Media.
Efímero piloto de carreras a finales de los años 1950 y después patrón de la escudería Brabham, el hombre de negocios británico, cuya fortuna está estimada por la revista Forbes en más de 2.500 millones de libras (2.862 millones de euros, 2.806 millones de dólares), fue considerado el artesano de la transformación de la F1, convertida bajo su mando en una actividad muy lucrativa.
A finales de los años 1970 fue uno de los pioneros de la comercialización de los derechos de retransmisión televisiva de las competiciones deportivas.