A pesar de que las fichas estaban puestas en comenzar el 2025 con una alegría en relación a este tema, Godoy Cruz sufrirá una vez más con la localía en la Liga Profesional. Con el Feliciano Gambarte todavía en etapas finales de la remodelación, el Expreso tuvo que salir a buscar un estadio para comenzar el 2025 de manera oficial. De esta manera, el hincha deberá armarse de paciencia hasta que la Bodega abra sus puertas.
En pocos menos de una semana, específicamente el jueves 23 de enero, el Tomba arrancará su participación en la Copa de la Liga ante Rosario Central. Se trata de un partido que propios y extraños imaginaban en el Gambarte, debido al claro avance de las obras durante los últimos meses. Sin embargo, ante la continuidad del proyecto y el estiramiento del corte de cinta, surgió nuevamente la imperiosa necesidad de un estadio.
De esa forma los directivos de Godoy Cruz comenzaron con la recorrida. El primer recinto al que se apuntó fue el Malvinas Argentinas, constante localía del equipo durante muchísimos años. Sin embargo, quedó rápidamente descartado por el incipiente resembrado en el campo de juego, que no llegaría en óptimas condiciones para la fecha estipulada.
La segunda opción fue el Víctor Antonio Legrotaglie, la casa de Gimnasia y Esgrima. Después de comprobar que el cronograma de ambas instituciones no generaba conflicto, se dio el okay. Pero había un inconveniente: la iluminación. Si bien fue mejorada durante 2024 por el Lobo, no estaba claro si cumplía con los requisitos mínimos exigidos por la TV y la AFA. Otra vez la incertidumbre comenzaba a ganar terreno.
Por ese motivo, en paralelo se dieron dos negociaciones: una con AFA y la TV, y otra con el Gobierno de San Luis. La primera para adelantar el horario del partido ante Central a las 17 horas y así no sufrir complicaciones con la iluminación artificial, y la segunda con el objetivo de asegurarse el Estadio Juan Gilberto Funes como una tercera opción. Para la alegría (y el bolsillo) de los hinchas del Expreso, el ente rector del fútbol argentino aceptó, y el Legrotaglie quedó aprobado.
Con la confirmación de la cancha del Blanquinegro como reducto ante Rosario Central el jueves 23 de enero, y posiblemente también frente a Talleres de Córdoba el martes 4 de febrero, algo queda claro: el fanático de Godoy Cruz deberá armarse de paciencia, y calmar la ansiedad del ferviente deseo de recuperar su lugar en el mundo.
A partir de la última inspección de la Arquitecta Paola Zimbaro y el técnico Ramiro Prada de la Asociación del Fútbol Argentino, se conoció que todavía hay trabajo por hacer en varios sectores del estadio, y que arriesgar con una fecha es difícil debido que una vez finalizados los trabajos deberá darse una inspección más.
Entonces, la información nos invita a no descartar que, cuando el Gobierno de Mendoza finalice con sus obras en el Malvinas Argentinas, Godoy Cruz tenga que regresar por un tiempo más. Inclusive, se menciona la posibilidad de disputar toda la Copa Sudamericana allí, ante la dificultad de la aprobación de la CONMEBOL del Feliciano Gambarte.
¿Cuando será la vuelta? No hay certezas hasta el momento, y todo indica que pasarán varias semanas hasta ese momento soñado. La espera es eterna una vez más.