La FIFA suspendió el sábado al presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, mientras su comité disciplinario investiga su conducta en la final del Mundial femenino, que incluyó un beso no consentido a una de las futbolistas españolas.
Rubiales estará apartado de sus funciones durante 90 días “a la espera del procedimiento disciplinario abierto” contra él, indicó el ente rector de fútbol mundial en un comunicado.
El mandatario reiteró el viernes que no presentaría su renuncia durante una asamblea extraordinaria de la RFEF en la que se esperaba su decisión ante la intensa presión del gobierno de España, de las propias jugadoras de la selección y de los clubes y directivos del fútbol español.
El comunicado de Jenni Hermoso
El beso que Luis Rubiales le dio a Jenni Hermoso impactó en toda España y la opinión pública en general. Tras la coronación de la selección en el Mundial Femenino, el presidente de la RFEF entregó las medallas y se acercó a la boca de la futbolista sin su consentimiento.
“El deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo al que podría tener dándole un beso a mi hija”, sentenció el dirigente deportivo. Además, sobre el polémico momento, aclaró: “Nos abrazamos, me acercó a su cuerpo, le dije que se olvidara del penalti fallado y me respondió: ‘Eres un crack’. ‘¿Un piquito?’, le pregunté. ‘Vale’, me contestó'. Se despidió riéndose”.
La situación fue desmentida por la delantera del Pachuca, que dejó una versión antagónica en el documento vertido a través de sus cuentas oficiales: “Aclaro que en ningún momento se produjo la conversación a la que hizo referencia y que, ni mucho menos, su beso fue consentido. De la misma manera quiero reiterar, como ya hice en su momento, que este hecho no había sido de mi agrado”.
“Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte”, cerró la campeona del mundo. Además de su comunicado, se sumó otro que incluye a todas las integrantes del plantel, que decidieron dar un paso al costado del combinado nacional para acompañar a la damnificada.
El diario Marca de España señaló que son 81 las jugadoras que decidieron no volver a vestir la camiseta del seleccionado hasta que el mandatario de la entidad dé a conocer su renuncia. Mientras tanto, Rubiales consideró que es víctima de “un asesinato social”.