La final por el primer ascenso de la Primera Nacional entre Tigre y Barracas Central estaba confirmada para jugarse en Banfield. Sin embargo, discrepancias entre Aprevide y el Matador respecto de la cantidad de entradas disponibles hicieron que el club se niegue a firmar el acta y pida mudar el partido al estadio de Lanús.
¿Qué pasó? Inicialmente, Tigre había solicitado 20 mil entradas para que sus hinchas puedan asistir a la final. Sin embargo, durante la última inspección de Aprevide en el Florencio Sola, la decisión fue la de entregarle a cada club 6.500 ubicaciones.
Ante esto, en Tigre se negaron a firmar el acta, por lo que rechazaron jugar en el estadio de Banfield. De igual manera, solicitaron mudar el partido al Estadio Néstor Díaz Pérez, hogar de Lanús.
Así, a días de la final que deberá jugarse el lunes desde las 21.10, todavía no se sabe en qué estadio se disputará el partido, por lo que habrá que esperar a ver cómo evoluciona la situación y si finalmente prospera el pedido de Tigre.
Estadio de San Nicolás o la postergación del partido
Independientemente del pedido de Tigre, desde los organismos de seguridad ya se mueven para buscar alternativas que dejen satisfechas a todas las partes. Allí aparece el Estadio Único de San Nicolás, con una capacidad de 25 mil personas, distribuidas entre plateas, gradas y palcos.
Una de las ventajas que presenta el estadio de San Nicolás es que no pertenece a ningún club, de manera tal que los accesos y la distribución de plateas permitiría un reparto equitativo. En estadios como Banfield o Lanús, los accesos están preparados para local y visitante, no para un reparto a la mitad.
De todas maneras, si no logran llegar a un acuerdo rápido, la otra opción es directamente la postergación del encuentro y la demora en conocer al primer equipo en lograr el ascenso a la Liga Profesional.