Hace dos décadas, el mejor jugador de voleibol de nuestro país de todos los tiempos, Hugo Conte le decía adiós a la Selección Argentina frente a un Luna Park colmado, tras la caída del equipo argentino frente a Francia en cuartos de final, en el Mundial 2002, que se jugó en nuestro país, donde Argentina finalizó en el sexto lugar.
El histórico N°7, el de la clásica barba con candado, le ponía fin a su gigante carrera con la Albiceleste, romance que nació 20 años atrás en el mismo escenario durante el Mundial de 1982, donde la Selección Argentina logró el tercer puesto y con ello la medalla de bronce: la única presea mundialista en mayores.
Hoy, la Selección Argentina, bajo la dirección de Marcelo Méndez, se metió en cuartos de final en el Mundial de Polonia, tras eliminar a Serbia y, a las 12.30 enfrentará a Brasil; en el histórico Clásico Sudamericano.
Pasaron 20 años desde aquel momento en el Luna Park a este en el Arena Gliwice, donde Argentina volvió a brillar y meterse entre los 8 mejores del mundo.
Desde entonces, mucha agua ha pasado bajo el puente para llegar a este presente que tiene la Selección Nacional, donde justamente brilla a quien llaman “El Heredero”; Facundo Conte.
El hijo del Gran Hugo tuvo un desempeño excepcional en los momentos cruciales del partido frente a los serbios y, con su enorme personalidad aportó puntos claves y valiosos.
Facundo, quien también utiliza la camisera N°7, le hace honor a la historia y al orgullo familiar, no es para menos.
La Selección Argentina, en algunos momentos estuvo integrada por varios de los hijos de la histórica Generación del ‘82, que ganó la primera medalla olímpica en los Juegos de Seúl ‘88, pero la mayoría fue quedando fuera de las distintas convocatorias.
Sólo dos de ellos continuaron en diversas formaciones; Facundo Conte y Nicolás Uriarte, hijo de Jon Uriarte. Aunque Nico, no quedó en el equipo que fue a Tokio 2020 y que ganó la medalla de bronce, pero sí Facundo, quien es el único jugador de voley que al igual que su papá ha ganado una medalla olímpica.
Pero en estos días, la Selección, además de Conte, tiene entre sus integrantes a otro de los hijos de la Generación del 82, el receptor punta Jan Martínez, hijo de Esteban “Mono” Martínez; quien es suplente.
Facundo Conte, desde hace una década es uno de los jugadores emblemáticos de la Selección Nacional y uno de los mejores. Hoy, a 40 años de aquella medalla mundialista de 1982, la historia, pone al “Heredero” frente a un desafío único y una posibilidad casi irrepetible- tiene 33 años-, que es emular a su padre Hugo. Porque después de 40 años, Argentina buscará meterse en una semifinal.