En “La Otra Mirada”, segmento de Carburando, repasamos la historia de Toyota. Sus orígenes fueron en la industria textil. Nadie imaginaba a fines del Siglo XIX mientras fabricaba telares, que décadas más tarde se convertiría en uno de los gigantes de una industria que aún por aquel entonces no existía: la del automóvil. En sus inicios fue Toyoda, pero finalmente sobre la base del Genchi Genbutsu, se convirtió en el gran imperio Toyota.
La filosofía oriental fue fundamental para constituir a la marca y desarrollo cultural de Japón, que en un intercambio de procesos religiosos e históricos derivaron en un pensamiento que se proyecta sobre la sabiduría práctica.
A fines de 1800, Kiichiro Toyoda era dueño una próspera industria textil. Pero su fundador se centró en un concepto bien definido, denominado “Genchi Genbutsu’, una expresión japonesa que significa “ir a la fuente, observar y entender”.
La empresa se transformó en 1890 en Toyoda Automatic Loom Works. Los telares le otorgaron prestigio a la compañía, que en 1894 sumó, gracias a la invención de su creador, la máquina de enrollar hilo.
En la década de 1920, Sakichi Toyoda conoció junto con su hijo Kiichiro, la industria del automóvil en los EEUU y en 1929 vendió los derechos de sus patentes de telares, entre ellas la automática por la que obtuvo 100.000 libras de la empresa británica Platt Brothers. Con el dinero logrado autorizó a su hijo a disponer del monto, siempre que lo utilice en la reciente industria de los motores de combustión.
¿Querés conocer cómo continúo esta historia para que Toyota se convierta en un gigante de la industria automotriz? Mirá el video completo de “La Otra Mirada”.