La increíble historia de Gustavo Costas como jugador del Atlético Argentino de San José

El entrenador campeón con la Academia fue parte de un hecho histórico para el futbol de Mendoza, cuando vistió la camiseta del Atlético Argentino junto a gran parte de sus compañeros en el famoso “Racing alquilado”. Pierna fuerte, vida entre Buenos Aires y Mendoza y una importante suma en dólares, son parte de este increíble hecho.

La increíble historia de Gustavo Costas como jugador del Atlético Argentino de San José
Gustavo Costas tuvo un fugaz paso por el fútbol de Mendoza. /Foto: Atlético Argentino

“Qué le habrá pasado a la vida, que sin quererlo ya ni me acuerdo, cuando con mi viejo iba a la cancha, a ver aquel Atlético”, cantaba el inolvidable Marciano Cantero mientras la nostalgia se daba una vuelta por San José, cuna de historias inolvidables y cargadas de emoción.

Y aunque Marciano ya no esté y la vida se empeñe en borrarnos los más lindos recuerdos, la nostalgia siempre tiene algún capítulo para sorprendernos. Ahora, el motivo fue deportivo.

La figura de Gustavo Costas ganó trascendencia este fin de semana tras llevar a su Racing a la consagración en la Copa Sudamericana, después de 36 años de sequía. Pero el vínculo entre el DT campeón y su club nació mucho tiempo antes, siendo uno de esos referentes que estuvo en los peores momentos de la historia de la Academia.

Si hablamos de tiempos de zozobra para el elenco de Avellaneda, tenemos que viajar hasta la temporada 85/86, donde la máquina del tiempo nos deja en el 27 de diciembre de 1985. Esa noche, Racing empata con Atlanta 1 a 1 con el recordado gol de Néstor Sicher, y logra la vuelta a la Primera División del Fútbol Argentino tras su complicado paso por el ascenso. Pero en medio de la algarabía, hay una situación que preocupa a todos. Por la reestructuración de los torneos impuesta por la AFA, Racing se iba a quedar sin jugar hasta el segundo semestre de 1986. Para las arcas de una debilitada Academia, que a duras penas podía sortear la delicada situación institucional, era una noticia funesta.

La primera medida que tomó la Comisión Directiva fue clara: amistosos por todo el país. En ese contexto, en marzo visitó Mendoza y venció a Deportivo Guaymallén y Huracán Las Heras. Pero los números seguían en rojo. Y allí aparece la solución perfecta: dar a préstamo al plantel, donde entre otros ya era figura Gustavo Costas.

Y repasando en el tiempo, cuando en Avellaneda el costado blanco y celeste solo conocía de turbulencias, elegimos viajar hacia atrás, a la temporada 85/86; más precisamente al 27 de diciembre de 1985. Esa noche, Racing empató con Atlanta 1 a 1 y consiguió retornar a Primera División del fútbol argentino, luego de una temporada en el ascenso. Pero en medio de la algarabía, hubo una situación que preocupó a todos. Por la reestructuración de los torneos, impuesta por la AFA, Racing se iba a quedar sin jugar hasta el segundo semestre de 1986. Para las arcas de Racing, que a duras penas podía sortear la delicada situación, era una mala noticia.

Entonces, la primera medida que tomó la Comisión Directiva fue clara: amistosos por todo el país. En ese contexto, en marzo visitó Mendoza y venció a Deportivo Guaymallén y Huracán Las Heras. Sin embargo, los números seguían en rojo. Entonces, surgió la idea: dar a préstamo al plantel, donde ya destacaba un joven marcador central, Gustavo Costas. Y allí, lo dicho: San José, el rumor de las acequias, el barrio Belgrano y Atlético Argentino. Otra vez Mendoza en el camino académico. De Academia a Academia. Los de Avenida Mitre cerraron un jugoso acuerdo por los servicios del plantel: $100.000 dólares, incluyendo premios y viáticos y la posibilidad de que practicaran de lunes a jueves en Buenos Aires y viajaran solo para jugar los encuentros de la Liga Mendocina.

Recorte de una nota periodística de la época. /Foto: La Nación
Recorte de una nota periodística de la época. /Foto: La Nación

Junto a Costas arribaron jugadores de la talla de Néstor Fabbri, Walter Fernández, Miguel Colombatti, Horacio Cordero, Ramón Medina Bello, Héctor Lamadrid y el entrenador Rogelio Domínguez.

“Financieramente, el club andaba muy mal en esos tiempos. La única manera de acomodar las cosas y pagarnos los sueldos en término durante los seis meses que íbamos a quedar colgados era esta opción de ‘alquilar’ al plantel y representar a Argentino”, opinó la Tota Fabbri en una reciente entrevista.

El debut ocurrió el 6 de abril de ese año, con derrota 2 a 1 ante San Martín. Fue un partido durísimo, con mucha pierna fuerte y rigor contra los recién llegados. Sin embargo, apenas dos partidos después, llegó la primera victoria: triunfo en el clásico, con goleada incluida, ante Deportivo Guaymallén, 5 a 1.

Gustavo Costas estrecha manos con Domingo Arce, volante de San Martín. / Foto: Biblioteca Oscar Chino Zavala.
Gustavo Costas estrecha manos con Domingo Arce, volante de San Martín. / Foto: Biblioteca Oscar Chino Zavala.

A pesar del nivel mostrado por los futbolistas académicos (los de allá y los de acá), y de que obtuvo resonantes triunfos (4-1 vs. Godoy Cruz; 3-0 vs. Huracán LH; 5-0 vs. Andes Talleres y 3-0 vs. Atlético Palmira), Argentino no pudo cumplir el objetivo de llegar al Nacional B por una inoportuna derrota en la última jornada, ante Gimnasia y Esgrima.

El acuerdo que selló la llegada de Racing Club al fútbol de Mendoza, representando al Atlético Argentino. /Foto: web
El acuerdo que selló la llegada de Racing Club al fútbol de Mendoza, representando al Atlético Argentino. /Foto: web

Años más tarde, los futbolistas de ‘aquel Atlético’, entre ellos Costas, destacaron el mal trato de sus rivales en los partidos: “Los partidos fueron muy picantes; se metía con todo. Los últimos partidos los terminamos con varios chicos de Argentino en el banco de suplentes porque habíamos tenido algunos lesionados, como Gustavo Costas y Horacio Attadía. Fue muy complicado por los árbitros también y por la agresividad que se percibía de parte de la gente.Incluso desde el momento de la entrada en calor”, recordó Hugo Lamadrid.

Hoy, muchos años después de aquella increíble historia entre el Racing de Gustavo Costas y el Atlético Argentino, el elenco de SanJosé se hizo eco de la consagración en la Copa Sudamericana. “Capitán de aquel equipo, Costas dejó todo y no se guardó nada en aquel certamen de 1986. Por ello, en reconocimiento a ese tiempo que defendió el escudo de nuestro club y los colores que él llevaba en su alma, felicitamos a Gustavo Costas, el 2 de aquel Atlético Argentino por este título de la Sudamericana junto a su Racing Club de Avellaneda”, aseguró el periodista e historiador Fernando Montaña.

‘Aquel Atlético’, aquellas academias, la voz de Marciano Cantero para cantarnos y contarnos que “Una lección me dio la vida, tenés que hacer lo que el corazón diga”.

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