El juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz, autorizó el pedido que le hicieron los fiscales que investigan las circunstancias de la muerte de Diego Maradona para que sean peritados los dos teléfonos celulares que fueron secuestrados en la habitación donde falleció el Diez.
Si bien en un primer momento los fiscales prefirieron preservar la intimidad del astro y dejaron secuestrados, ensobrados y sellados los dos teléfonos, ahora le explicaron al juez que la diligencia es necesaria con el fin de poder analizar los mensajes y llamadas y así reconstruir los últimos días de la muerte del excampeón del mundo con la Selección Argentina.
Aunque no hay fecha confirmada del pertijate, se sabe que para eso usarán el mismo sistema tecnológico que emplearon para extraer información de los cuatro celulares secuestrados a los dos principales imputados de la causa, el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov.
CÓMO SIGUE LA CAUSA
Mientras tanto, fueron citados a declarar a la sede de la Fiscalía General de San Isidro –el búnker elegido por los investigadores para trabajar el expediente-, tres testigos. La primera citada es Griselda Vanesa Morel, una mujer que, según explicaron las fuentes, es la psicopedagoga de Dieguito Fernando, el hijo menor de Maradona, y supervisaba los encuentros entre padre e hijo en la casa del barrio privado Campos de Roca.
La segunda testigo es Romina Milagros Rodríguez, más conocida como la cocinera “Monona”, quien estuvo en el momento en el que Maradona falleció. El tercer y último testigo convocado para es un acompañante terapéutico que tuvo el DT de Gimnasia llamado Carlos Cotar.