La etapa de Diego Maradona en la Clínica Olivos está a punto de terminar. El todavía técnico de Gimnasia, por lo menos desde lo formal, pasará internado la noche del martes pero este mismo miércoles podría dejar el lugar. El anticipo lo dio su médico personal, Leopoldo Luque.
“La evolución es favorable con la cirugía y del cuadro de abstinencia. Se baraja un alta. El está con ganas de irse. El ya las tenía, pero éste es otro cuadro clínico, un paciente con mucha coherencia nos pide el alta. Estamos ordenando el lugar que lo va a recibir, que va a ser una casa ordenada para su recuperación. Esto fue asumido por los médicos, los profesionales, con el apoyo de la clínica y de todo el entorno de Diego, la familia y los representantes”, dijo Luque.
“La evolución es favorable con la cirugía y del cuadro de abstinencia. Se baraja un alta. El está con ganas de irse. El ya las tenía, pero éste es otro cuadro clínico, un paciente con mucha coherencia nos pide el alta. Estamos ordenando el lugar que lo va a recibir, que va a ser una casa ordenada para su recuperación. Esto fue asumido por los médicos, los profesionales, con el apoyo de la clínica y de todo el entorno de Diego, la familia y los representantes”, dijo Luque.
Maradona había sido intervenido el 3 de noviembre, luego de ser examinado ese mediodía, en un Instituto de La Plata, desde donde se lo trasladó a Olivos. La abstinencia a la que se refiere Luque es básicamente por el consumo de alcohol, problema que el profesional ya había difundido. El viernes 30 de octubre, cuando el Diez cumplió 30 años, se había presentado en la cancha de Gimnasia para el partido ante Patronato, pero se fue apenas empezó el juego. Estaba muy desmejorado, necesitó ayuda para caminar y hasta le costaba expresarse.
Por las declaraciones de Luque, la recuperación de Diego no será en la casa que tenía en las afueras de La Plata, sino en otro lugar. Un probable destino sería en Nordelta.