En la mayoría de los casos a los ídolos se los honra, equivocadamente, una vez que fallecieron y ya no están entre nosotros. Este puede ser el caso de Leopoldo Jacinto Luque, quien falleció hoy tras luchar contra el coronavirus desde diciembre del año pasado. Ahora, comenzamos a recordar sus proezas y quizá una de las más increíbles pasó contra Francia en el mundial de 1978, donde el delantero fue una de las estrellas del partido y en vez de festejar vivió un infierno por la muerte de su hermano.
La mañana del partido contra el conjunto galo, el hermano del atacante, Oscar, perdió la vida en un accidente automovilístico cuando viaja desde su provincia natal de Santa Fe al Monumental para ver desde las tribunas a la selección argentina.
El ex delantero de la selección contó hace algunos años que su padre pidió que no le avisaran así podía concentrarse en el partido. “El accidente fue a las 6 o 7 de la mañana de ese día, pero mi viejo pidió expresamente que no me avisaran, porque tenía el partido a la noche. Me enteré al día siguiente”
Mientras tanto y sin saber lo que había pasado Luque fue la figura de la victoria de albiceleste sobre Francia por 2 a 1. Primero fabricó un penal a los 45 minutos del primer tiempo, que Passarella cambió por gol. Ya en el complemento, a los 27, firmó el resultado final con un bombazo digno de su estilo.
“Al otro día, temprano, en la concentración. Vino el Profe Pizzarotti y me dijo: ´Leopoldo, ahí está toda su familia´. Pensé que habían viajado por mi lesión. La veía a mi vieja sentadita al fondo, llorando, y se acercaron mi viejo y mi tío y me dijeron: ´El Cacho tuvo un accidente y se mató´. ¡Qué te puedo contar de lo que sentí en ese momento!”, relató Leopoldo.
Gracias a su gol, el equipo que en ese momento era comandado por César Luis Menotti se aseguró la clasificación a la segunda ronda.
Lo heroico del encuentro queda allí solo en la historia del hermano, sino que cuando quedaban 10 minutos para que se terminara el partido el delantero jugó con una fuerte lesión en su codo para no dejar al equipo con un jugador menos, ya que no había más cambios.
Luque contó su cruce con el defensor Christian López y recordó: “Se me salió el codo. Me pasó por animalito, porque me tocaron, trastabillé y en vez de tirarme y caer bien, quise levantarme al mismo tiempo en que llegaba al piso, para seguir, y el brazo no soportó ese peso”.
Después de la victoria el delantero acompañó a su familia en ese triste momento y se perdió el partido contra Italia. “Estábamos trasladando el cuerpo a Santa Fe cuando mi padre encendió la radio. Fue en el momento que los equipos salían a la cancha, Muñoz dijo que se iba a hacer un minuto de silencio y contó que los jugadores tenían una bandera que decía ´Leopoldo, te esperamos´”, expresó.
EL propio exjugador reveló años más tarde que al principio no tenía ganas de volver a la selección y continuar con el mundial. Y menos mal que lo hizo. Después del accidente apareció con Brasil, luego marcó dos goles contra Perú y brilló en la final con Holanda, donde terminó con la nariz ensangrentada.
Pese a esos logros el Luque reconoció que mientras todos festejaban él pensaba en su hermano. “Por un instante quedé como un zombie. La gente cantando, festejando y yo pensando en mi hermano”, relató.