Goat en inglés es una cabra. Y también “el mejor de todos los tiempos”: la sigla GOAT se transformó en un sinónimo de Lionel Messi, el más grande. Un hombre venerado, alabado por los fanáticos de la pelota. Aquellos que son capaces de cualquier cosa como para demostrarle su cariño al capitán de la Selección Argentina.
Pero hay cabras y cabras. Y en Santiago del Estero, made in Villa Esperanza, hay una que en particular ha sido cábala de la Argentina en el último Mundial. “Valoy es el chivo de la suerte”, dice su amo luciendo una bandera argentina al estilo thawb árabe.
Su “mascota”, como define a la cabrita, también está tuneada: luce una corona albiceleste y una guarda en su cuello. Y es, para los hinchas que se acercan al Madre de Ciudades, un ser sagrado. Incluso hay quienes se arriman y la reverencian al grito de “Messi, Messi”.
Locura albiceleste, sí. “Es santiagueña y nos trajo suerte en todos los partidos del Mundial”, dice su cuidador, apostado a metros del ingreso Sur de la sede de Argentina-Curazao, antes de revelar que el animal pronosticó de algún modo la derrota frente a Arabia Saudita.
“En el primer partido no lo podíamos encontrar. Luego lo hicimos en el monte, porque ha vuelto. Y con mucha suerte porque ganamos todo. Y acá en el Madre de Ciudades seguro va a hacer lo mismo”, reza el protector, ansioso por lograr entrar con la cabra -sí, con la cabra- a la cancha para ver el último amistoso de Argentina en su gira de festejos. Inédito. No traten de entenderlo.