Rosario Central le ganó como local a Peñarol en su debut en la Copa Libertadores, pero la fiesta se empañó en el final cuando en un lamentable episodio el defensor Maximiliano Olivera recibió un piedrazo en la cara y tuvo que ser trasladado a un hospital.
El defensor del Manya recibió el golpe en el rostro y sufrió una herida cortante que generó un sangrado considerable en la zona. Muy alterado, tuvo que ser frenado por sus compañeros mientras era llevado hacia el vestuario para ser atendido.
El futbolista fue finalmente trasladado al sanatorio Mapaci para recibir las curaciones debidas, aplicarse los puntos necesarios y realizarse estudios que descarten una lesión de mayor gravedad. Según trascendió, desde Peñarol constataron que el impacto provino de una piedra arrojada desde la tribuna de la parcialidad de Rosario Central y realizaron la elevación correspondiente ante Conmebol para que tome medidas al respecto.
Los rosarinos podrían quedar expuestos a una sanción fuerte por parte de las autoridades, aunque nadie confirmó esta versión.
El partido venía caldeado porque antes del inicio las hinchadas protagonizaron un lamentable episodio de violencia en el que los hinchas del Canalla arrojaron hasta unas vallas hacia los uruguayos presentes.Si bien a priori la situación no pasó a mayores y no se habrían registrado heridos de gravedad, fue necesaria la intervención policial, con disparos disuasivos para frenar el accionar de los hinchas de Central.