No hay caso, tiene la mira torcida. Por más que llegue multiplicida de veces a la valla rival, Deportivo Maipú atraviesa una racha que lo tiene incómodo. Ya van cuatro partidos (y medio, si se tienen en cuenta los 47′ recuperados vs. TristánSuárez) sin poder convertir un gol y sin ganar. Y ayer no fue la excepción. Porque durante los 90 minutos fue mucho más que Atlanta, que apenas destacó en el inicio del duelo, y sin embargo sumó otro cero a cero de dejó más fastidio que certezas. Porque las situaciones estuvieron, pero los que llegan al gol, esos habituados a la presión de tener que definir en cuestión de segundos, andan erráticos. Y el Cruzado lo siente. Lo sufre. Lo padece.
Aunque el comienzo fue con algunos errores en la circulación del balón, el Cruzado logró sobreponerse a esos primeros minutos donde el Bohemio consiguió imponer su ritmo en base al control del balón. Con una línea de tres defensores en el fondo, apostando a combatir desde el mediocampo con mayor número de hombres, Juan Manuel Sara leyó bien lo que proponía el local y fue equilibrando las acciones con juego más directo y sin tantas estaciones. Por eso la clara referencia ofensiva, con dos delanteros de área: Castelli y Nasta. ¿La misión? Aguantar el balón para la llegada de sus compañeros y dar un respiro a la última línea mendocina. .
Y si la primera mitad de Maipú fue buena, el complemento fue aún mejor. Porque comenzó a jugar definitivamente en campo rival, con muchos hombres en cada incursión al área de Rago y con la decisión de cortar una sequía que ya empieza a incomodar. Sin embargo, uno tras otro, los goles se fueron perdiendo detrás de lamentos.
Primero fue un formidable cabezazo de Castelli que besó el palo izquierdo del arco local. Luego un par de remates de media distancia que encontraron bien parado a Rago y la definitiva, esa que dejó en claro que el marcador no iba a moverse, fue un centro bajo de Santiago González que encontró por el segundo palo a Manzur. El volante controló el balón con algo de dificultad e intentó colocarlo en el segundo palo del arco bohemio. García, cuando el arquero Rago estaba vencido, sacó de cabeza en la línea.
Fue la última chance y dejó un sabor amargo en los mendocinos, que hicieron méritos como para traerse los tres puntos. Sin embargo, siguen padeciendo una anemia ofensiva que ya empieza a inquietar.
En la próxima fecha (17ma.), Deportivo Maipú será anfitrión de San Martín de San Juan.
Todas las estadísticas de Atlanta vs. Deportivo Maipú:
