Aleix Espargaró consiguió su primer éxito en MotoGP, lo mismo que Aprilia, al vencer el GP de la Argentina, en Termas de Río Hondo. Jorge Martín y Alex Rins completaron el podio.
“Realmente no esperábamos venir a ganar a la Argentina en condiciones normales. Venimos de menor a mayor, pero si bien uno siempre sueña, sabíamos que era muy difícil. Pero se logró”, señalaron en los boxes de Aprilia, emocionados por un triunfo histórico para la marca italiana, al lograr por primera vez el éxito en MotoGP de la mano de Aleix Espargaró.
Increíble el destino para el piloto catalán, que también concretó su bautismo triunfal en el Gran Premio de la Argentina, en el autódromo de Termas de Río Hondo. En su carrera número 200 en la categoría reina del motociclismo mundial, Espargaró, confeso admirador de Lionel Messi, además trepó a la punta del campeonato.
Un momento soñado para todo el equipo, incluido el piloto. Quizá pretendan detener el tiempo, que tan bien lo batieron durante un fin de semana también diferente, con un cronograma forzado a condensarse en sólo dos días, producto del inconveniente logístico por la avería del avión en Kenia.
El evento en sí estuvo por encima de la competencia. Es decir, el público fue a vivir una experiencia que sólo se vive cada vez que se da la fecha mundial, más allá de las figuras, ausentes o no, que aceleran sobre el circuito.
La final quizá no figure entre las más emotivas de la temporada 2022, ya que seguramente se produzcan algunas pruebas más atractivas en el actual ejercicio.
Jorge Martín capturó la punta en el inicio y a partir de ahí, comandó en las primeras 18 vueltas. Recién allí Alex Espargaró, que había salido desde la pole position, lo relegó, aunque entró pasado a la variante y de inmediato cedió nuevamente la vanguardia.
Detrás de Aleix estuvo en buena parte de la competencia su hermano Pol, hasta que se fue al suelo en el 15° giro.
Alex Rins, Jan Mir, Maverick Viñales, Francesco Bagnaia y el campeón, Fabio Quartararo, respetaron también las posiciones, en términos generales.
Las tribunas estuvieron pobladas por 67.092 espectadores, según los números oficiales que entregó la organización.
Las exclamaciones desde las tribunas se sucedieron con la caída de Johan Zarco, y la sorpresa con el ingreso a boxes, y posterior abandono, del carismático Franco Morbidelli. También se fue al piso Di Giannantonio.
El público se sumó a la muy buena lucha que se dio sobre el final entre Espargaró y Martín. El catalán de Aprilia finalmente doblegó a su rival a sólo 5 giros del final, después de varios intentos en los que no encontraba el hueco para dar cuenta de su contrincante sin pasarse.
Pero luego de esa ajustada maniobra, se mantuvo en la vanguardia, a la defensa de los embates de Rins. En medio de esa lucha, apareció desde el tercer lugar Jorge Martín, que supo saltar al segundo puesto y pasó a ser la nueva amenaza de Espargaró, a tres vueltas de la bandera a cuadros.
Finalmente, Aleix Espargaro pudo concretar el gran trabajo de un fin de semana muy particular, con los inconvenientes del sábado atípico, con un cronograma apretado por la cancelación de la actividad del viernes.
Esperó 200 carreras para poder festejar su primer triunfo en MotoGP. Y se metió en la historia, al ser el primer ganador de Aprilia en esta era. Un logro que quedará en la historia. Fue en la Argentina donde se anotó con este resultado que además de ubicarlo en la lista de la marca italiana, logró su primera victoria personal. Y como si fuera poco, se trepa a la punta del campeonato. Un fin de semana soñado para el piloto catalán, el admirador de Messi.
Mientras tanto, la Argentina celebró el regreso de MotoGP, después de dos años de ausencia debido a la pandemia. La fiesta fue mayúscula, con la aprobación del público, sostenido por la pasión argentina ya con identidad propia, apoyando al máximo evento del deporte motor mundial que visita el país. Enhorabuena.
