La reciente confirmación oficial de Argentina como sede para el Mundial Sub20 de la FIFA que se disputará este año se convierte en una excelente y celebrada noticia dentro del país, cuna de los actuales Campeones del Mundo -en fútbol y de selecciones mayores-. Y es que, luego de que la FIFA decidiera retirarle la organización a Indonesia, Argentina se postuló para recibir el Mundial de juveniles. Y el máximo órgano del fútbol mundial confirmó en las últimas horas que nuestro país será el escenario del evento, que se disputará entre el 20 de mayo y el 11 de junio próximos. El Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza será, además, uno de los campos donde se jugará el certamen.
La Selección Argentina Sub20 es la más ganadora de la historia de los mundiales sub20 y cuenta con 6 copas en sus vitrinas. Se trata de los mundiales jugados en Japón en 1979, en Qatar en 1995, en Malasia en 1997, en Argentina en 2001, en Países Bajos en 2005 y en Canadá en 2007.
Luego de 22 años, el Mundial Sub20 de fútbol vuelve a Argentina -y a Mendoza-, y los recuerdos son los más felices. Porque en esa única edición disputada en el país, la celeste y blanca -guiada por José Néstor Pekerman, quien ganó 3 de los 6 mundiales que tiene Argentina- se consagró campeona tras derrotar a Ghana 3 a 0 en la final. Sin embargo, otra selección africana fue noticia en ese mundial, y no precisamente por lo futbolístico.
Tres jóvenes jugadores de la selección sub20 de Etiopía se escaparon de la concentración de su equipo en Salta y se ocultaron en Argentina para no tener que regresar a su país. Y es que el convulsionado contexto por entonces en su país de origen era por demás hostil, y los futbolistas debieron solicitar asilo para evitar ser deportados y -muy posiblemente- fusilados al llegar a su país.
Los 3 futbolistas se quedaron durante un tiempo en Argentina y hasta llegaron a ser parte del plantel de Juventud Antoniana, un equipo tradicional e histórico de Salta. No obstante, al no contar con documentación que les permitiera trabajar en Argentina, debieron conformarse con ser parte del equipo que disputó partidos de la liga local.
Etiopía y la despedida temprana del Mundial 2001
Getachew Solomon, Abubakar Ismail y Semann Hesham eran parte del plantel de la Selección de Fútbol de Etiopía Sub20 que participó del mundial disputado en 2001. Los 3 jugadores llegaron, junto a sus compañeros, a Salta. En esa provincia, en el Estadio Padre Ernesto Martearena, se disputaron todos los partidos del Grupo E de esa Copa del Mundo. De hecho, el estadio había sido construido para la ocasión y para tal fin.
Junto a Etiopía, integraron ese grupo las selecciones de Costa Rica, Ecuador y Países Bajos, por lo que todos los partidos de la primera fase del Grupo E se jugaron en Salta. Además, el estadio salteño albergó un séptimo partido por los octavos de final (Costa Rica contra República Checa).
La participación de Etiopía fue breve y olvidable: jugó únicamente los 3 partidos de la primera ronda, y los perdió a todos (1-2 contra Ecuador, 1-3 contra Costa Rica y 2-3 contra Países Bajos). El 24 de junio de 2001, cuando solo había transcurrido una semana del inicio de la Copa, la participación mundialista de Etiopía había llegado a su fin.
Pero en las cabezas de Getachew Solomon, Abubakar Ismail y Semann Hesham comenzaba a gestarse una de las decisiones más difíciles y duras de tomar.
Tres etíopes escondidos en Salta
Hace 22 años, mientras en Argentina se disputaba la Copa del Mundo Sub20 de 2001 -año que también sería duro para los argentinos y culminaría con una crisis política, económica y social-, Etiopía atravesaba un complicado momento. Guerra, violencia y enfrentamientos civiles, pobreza y hambre marcaban el día a día de quienes vivían en ese país del centro - este de África. Y los jóvenes futbolistas de la Selección Sub20 de Etiopía no eran ajenos a este contexto.
Antes de viajar a Argentina y de que comenzara la Copa del Mundo en nuestro país, la Sub20 de Etiopía había participado de una gira en Francia para disputar algunos partidos amistosos y entrenarse con miras a la Copa del Mundo. De aquella gira participaron 18 jugadores, aunque solamente regresaron a Etiopía 10 de ellos, mientras que los otros 8 escaparon y decidieron no regresar a su tierra.
El 17 de junio de 2001 comenzó el Mundial Sub20 en Argentina y Etiopía debutó un día después, el 18 contra Ecuador. La delegación africana había llegado a Salta y se habían hospedado todos sus integrantes en un mismo hotel. El 24 de junio, cerca de las 19, Etiopía finalizaba el partido contra Países Bajos y la derrota por 3 a 2 en Salta marcaba -además- su punto final en el mundial. Esa noche, Getachew Solomon, Abubakar Ismail y Semann Hesham estuvieron junto a sus compañeros en la reunión grupal para despedirse de Argentina.
Pero cuando los compañeros de los 3 futbolistas se disponían a tomar los taxis que los llevarían al aeropuerto para emprender el regreso a Etiopía, estos jóvenes alquilaron un auto por su cuenta y se marcharon. Nunca llegaron al aeropuerto de Salta, y ninguno de sus compañeros sabía o tenía datos sobre su paradero.
Aparecieron 8 días después
Mientras estuvieron desaparecidos, comenzaron a circular varias versiones sobre el paradero de Getachew Solomon, Abubakar Ismail y Semann Hesham. Que se habían enamorado, que habían huido hacia Bolivia y hasta que tenían intenciones de pedir asilo en Estados Unidos fueron algunas de las versiones que comenzaron a circular y de las que los medios se hicieron eco.
El 2 de julio de 2001, tras permanecer 8 días desaparecidos, los 3 futbolistas etíopes se reportaron en una comisaría de Salta. Fue una joven quien, en primera instancia, se presentó en la dependencia policial y avisó que Getachew Solomon, Abubakar Ismail y Semann Hesham estaban en su casa y que habían decidido quedarse en Argentina y no regresar a su país natal.
Cuando se presentaron ante la Justicia, los 3 jóvenes Sub20 confirmaron su intención de solicitar asilo en Estados Unidos para no tener que regresar a Etiopía. ¿El motivo? La terrible situación en aquel país prácticamente les aseguraba una muerte por fusilamiento si llegaban a ser enviados al país africano. Porque se los consideraría desertores y, en cierto modo, traidores.
A fines de 2001, Getachew Solomon, Abubakar Ismail y Semann Hesham fueron fichados por el club salteño Juventud Antoniana. Si bien en ese momento “El Santo” (como se apoda al club) jugaba en el torneo Nacional B (actual Primera Nacional, que es la segunda categoría del fútbol argentino), los jugadores etíopes no contaba con permiso de trabajo. Por esta razón fue que únicamente pudieron jugar en partidos de la liga salteña de fútbol.