Juan Román Riquelme, vicepresidente segundo de Boca y cabeza del Consejo de Fútbol, estuvo en el predio de Ezeiza cerca del mediodía. Y, por la tarde, el ídolo y sus colaboradores se reunieron con un jugador: Esteban Andrada.
Tras el entrenamiento matutino, el arquero del Xeneize regresó al complejo a eso de las seis de la tarde, algo que llamó la atención. Andrada hizo dos cosas en Ezeiza: en primer lugar, fue a buscar unas camisetas que había encargado por su cumpleaños para repartir como souvenir. Pero también mantuvo una reunión con Riquelme y sus colaboradores, a dos días de la polémica que generaron las imágenes de su cumpleaños.
En la charla, desde el Consejo manifestaron -de buena manera y no a modo de reto- la preocupación por las publicaciones del festejo de su cumpleaños, donde se compartieron imágenes y videos en los que no parecían respetarse las medidas de cuidado por la pandemia. Es decir, lo que no gustó en el Consejo fue simplemente el hecho de la falta de distanciamiento y no -logicamente- el festejo en sí, en un fin de semana en la previa de un día libre de entrenamientos y sin que haya iniciado el campeonato.