River Plate se despidió anoche de la Copa Libertadores luego de haber sido el mejor equipo de la fase de grupos. En el duelo de vuelta, no consiguió recortar distancias con Atlético Mineiro, que lo había vencido 3-0 en el duelo de ida y justificó anoche su clasificación a partir de la jerarquía de sus hombres, quienes nunca parecieron sentir el peso del encuentro ante más de 90 mil personas.
Desde el comienzo del encuentro, River Plate estableció las pautas sobre las que se iba a jugar la primera mitad. Con una multitud rugiendo en las tribunas, el Millonario salió al campo de juego decidido a pasar por encima a su rival y lo consiguió por momentos, aunque definitivamente no tuvo claridad para romper el cerco defensivo que propusieron los de Milito. Hubo algunas insinuaciones del elenco de Núñez, aunque la defensa brasilera defendió con uñas y dientes la ventaja conseguida en la ida.
Hubo un buen arranque de Solari y Colidio, movedizos y grandes responsables fundamentales de ganar los espacios libres, ofreciendo desequilibrio en el mano a mano. Pero no tuvieron claridad en los metros finales. Sin embargo, River se ilusionaba desde ese empuje.
El dominio territorial fue absolutamente local, aunque peligrosamente los centrales millonarios, con el correr de los minutos, comenzaron a cruzar el ecuador del campo de juego. Atlético Mineiro, preparado para salir de contragolpe, encontró la chance más clara de la etapa en una corrida de Deyverson que no pudo controlar Kranevitter y que salvó Armani dentro del área chica, ante la gambeta del delantero visitante. Fue un milagro.
River intensificó la presión en los metros finales, continuó con el asedio y tuvo algunas chances, aunque no fueron tan claras como la que dilapidó la visita. Aunque no pudo justificar la apertura del marcador, tuvo control total del encuentro.
En la última de la primera parte, Colidio dejó pasar una inmejorable chance desde un tiro libre frontal. River se fue al descanso con la sensación de haber desaprovechado un tiempo. De cara al complemento, debía jugarse el todo por el todo.
Zafó River en el comienzo del segundo tiempo. Un remate de Scarpa dio en el travesaño y en el rebote Armani tapó ante Deyverson. El Monumental enmudeció ante otra chance clarísima del visitante, que parecía ganar en confianza y complicaba.
Del otro lado, Gallardo movió el banco y Echeverri tuvo la oportunidad de la noche; Éverson tapó magistralmente el remate del volante millonario. El duelo ganó en velocidad y los dos tenían vía libre para intentar jugar verticalmente.
Los cambios le hicieron bien al local, que aceleró en el tramo final del campo y comenzó a provocar intervenciones del arquero visitante. Atlético Mineiro cada vez se defendía más atrás. Sin embargo, a River se lo fueron devorando los nervios y el correr del reloj y fue el final de su aventura en la Libertadores 2024. La gran esperanza, sostenida por el retorno de Gallardo, no pudo ser.
River vs. Atlético Mineiro: minuto a minuto y estadísticas
