Juan Fernando Quintero no solo pasa los días con la pelota atada a su pie zurdo en las prácticas y en los partidos de River. También dedica varias horas a la música, otra de sus grandes pasiones. En la antesala del choque con Sarmiento en Junín, el ídolo millonario compartió en su Instagram el tema de rap que sacó junto a dos artistas colombianos.
“Buenas noches amigos. Les cuento que hice un álbum con mis hermanos”, abrió Juanfer en su perfil, que acumula casi tres millones de seguidores. Y agregó: “Espero que se lo disfruten así como lo disfrutamos nosotros. DIOS LOS BENDIGA. #MusicaparaelALMA”.
“1, 2, 3″ es la primera canción del disco FE y ya puede escucharse en todas las plataformas musicales. En poco menos de cuatro minutos de rimas, Quintero habla de Dios y también de su barrio. Incluso, en un pasaje del video muestra el tatuaje de su cuello: Comuna 13, donde creció y vivió momentos muy duros en la infancia.
“Comuna 13″: la dura historia detrás del tatuaje de Juanfer Quintero
Esa línea de tinta en la piel lo lleva, una y otra vez, a su infancia marcada por el fútbol y la tragedia. A la “Comuna 13″ de Medellín, conocida como la cuna de Pablo Escobar y tantos otros sicarios, aunque actualmente pudo transformarse gracias al arte. La tierra donde nació. Y también donde pateó las primeras piedras descalzo.
Juanfer es del barrio El Socorro y allí vivió junto a su padre Jaime Enrique Quintero Cano hasta los dos años. La mañana del 1 de marzo de 1995 salió de su casa a buscar trabajo y nunca más regresó. Los militares que iban a recibirlo ocultaron los detalles sobre su paradero.
Eduardo Zapateiro Altamiranda, capitán del ejército colombiano que iba a reclutarlo en aquel entonces, aseguró que tuvo haber regresado a Medellín e incluso lo acusó de haberlo encontrado fumando marihuana en el cuartel. Su familia todavía lo sigue buscando. “No lo conocí, pero siento que lo que soy hoy también es por él. Donde quiera que esté, sabe que mi corazón también está con él”, confesó Quintero en una entrevista en 2020.
Siete años después de haber perdido a su padre, el volante, que todavía no se había incorporado a las juveniles de Envigado, sufrió el operativo más cruento de la historia colombiana. Entre el 16 y 17 de octubre de 2002, el gobierno del ultraderechista Alvaro Uribe irrumpió en la Comuna 13 para despejar la zona de guerrilleros de las FARC, el ELN y otros grupos de izquierda.
Hubo 92 desapariciones forzadas, 17 homicidios cometidos por las fuerzas de seguridad, 71 asesinados por los paramilitares de la Autodefensas Unidas de Colombia, 12 torturados, 80 civiles heridos y 370 detenciones según la Corporación Jurídica Libertad. Muchos vecinos y cercanos a Quintero, quien hoy en día es considerado un ídolo en la Comuna 13.