La Copa del Mundo en Qatar está demostrando un gran nivel futbolístico con enormes partidos, llenos de sorpresas, buena cantidad de goles que es lo que más atrae al público y también polémicas, como sucedió en los cuartos de final entre Argentina y Países Bajos.
Entre los fanáticos y especialistas, en redes sociales, varios aseguran que Qatar, en cuanto a fútbol, ya superó a Rusia 2018 y a Sudáfrica 2010, por ejemplo, entre los últimos mundiales.
En cuanto al ambiente del Mundial, una de las cuestiones que más prometía de Qatar apuntaba a que por primera vez una Copa del Mundo sería en un territorio tan pequeño, un poco más grande que el Gran Mendoza.
A partir de algunos defectos organizativos, sobre todo respecto del transporte, esa gran ventaja no es aprovechada en su plenitud. Entre los estadios de Doha hay entre 30 y 60 km de distancia, única en cercanía en una Copa del Mundo (la última fue en el gigantesco país de Rusia).
Lo forma de transporte que utilizan los hinchas en Qatar son los metros (subtes) y buses. Para destacar, cuentan con una gran frecuencia, como mucho tenés que esperar 5 minutos para que llegue uno. Pero a pesar de esto, para los seguidores que fueron a presenciar el Mundial, trasladarse de un lugar a otro de la ciudad lleva entre hora y hora y media. Sobre todo para quienes se alojan en Al Wakra, uno de los puntos más alejados de la ciudad, donde está la mayoría de los hinchas argentinos.
Entonces, el hincha común argentino se pasa viajando aproximadamente tres horas al día en Qatar para moverse dentro de la ciudad, donde todo está cerca pero, a la vez, lejos.
No es una situación terrible para un fanático, pero si una cuestión a revisar desde la organización. Se convierte en una oportunidad desaprovechada para que los hinchas disfruten a pleno el Mundial y no perder varias horas del día en traslados.
El problema del transporte no radica en la demora del trayecto del metro o bus, sino en lo que tarda un hincha en bajarse de uno de los transportes para hacer conexión con otro, que casi siempre es necesario realizar una conexión para ir a algún lugar de Doha. Lo usual es tomarse un bus + 1 o 2 metros para llegar algún sitio o estadio.
Qatar dispone un sistema de vallado para desconcentrar a la multitud, que en la mayoría de las ocasiones está de sobra y se vuelve una cuestión protocolar. Un hincha termina caminando 2 o 3 cuadras en un trayecto de 50 metros. Y en los días donde sí hay multitud, a pesar de las vallas, el sistema colapsa igualmente.
Estas pérdidas de tiempo se notan en gran medida al terminar un partido de la Selección Argentina. Si el encuentro termina a las 0 en Lusail Stadium, por las demoras en las filas del metro y en los restaurantes para cenar, los fanáticos se suelen acostar entre las 5 y 6 de la mañana.