¡Basta! Paremos la pelota por favor. Es imposible seguir con el show y el espectáculo deportivo en este contexto actual. La pandemia del coronavirus sacudió al mundo y en este momento en nuestro país golpea muy fuerte. Hace instantes, el Ministerio de Salud informó que el total de casos en la Argentina ascendió a 451.198 y que los fallecidos son 9.361. Durísimo y doloroso. Es la cifra más alta de infectados en un solo día. Y todo indica que la curva continuará ascendiendo.
Con la mano en el corazón... ¿se puede jugar al fútbol en estas condiciones? ¡Imposible viejo! Y no me vengan con la historia de que el fútbol es un negocio millonario, que la presión y el dinero de la Televisión, los sponsor, etc. O que el fútbol es entretenimiento, diversión y que ayudará a transitar este pésimo momento social que atravesamos todos los argentinos. No existen peros. LOS CLUBES ARGENTINOS NO DEBEN PARTICIPAR DE LA COPA LIBERTADORES. El país es un caos y sería una falta de respeto para las 9.361 mil personas que se llevó este bicho que no tiene defensa alguna hasta el momento. Pensamos y queremos que la pelotita empiece a rodar cuando estamos armando carpas para poder recibir a los nuevos infectados.
Presión la tiene el tipo que perdió el laburo o le pagan el 50% de su salario. Presión, la tienen los trabajadores de la salud, desde el camillero, el enfermero, recepcionista, médico, etc; que ingresan a laburar encapuchados y no saben cuándo termina su labor. Presión la tiene ese papá que no ha podido pagar la escuela del hijo o la cooperadora de la escuela si es estatal, porque no tiene de donde conseguir un mango. Presión, tiene el maestro, que debe enseñarle a sus alumnos con una modalidad para muchos totalmente desconocida. Y existen un millón de casos más para poder describir qué es tener presión en la vida.
¿Qué pasaría si los equipos argentinos no se presentan a jugar la Copa Libertadores? Alguno perderá sus pergaminos conseguidos. Todo lo contrario. Serán más grandes de lo que son en este momento. Es hora de parar la pelota. Allá por el mes de marzo, River fue el primer equipo del mundo que se animó a patear el tablero. Criticado desde todos los ángulos. Pero, el conjunto de Marcelo Gallardo sentó un precedente. Habían 50 casos en el país y no sabíamos a lo que nos enfrentábamos. Sin embargo, hoy, es uno de los equipos que se prepara para jugar la Copa Libertadores. Y superamos la barrera de los 450 mil casos positivos en el país. ¿Tenemos que seguir con el show? No se entiende.
¿Le tenemos temor a la Conmebol?
Para recordar, Argentina se bajó de la Copa América del 2001, argumentando problemas de seguridad en la sede que le asignaron: Medellín. El circo continuó como si nada hubiese pasado.
El mundo Boca está revolucionado: 26 casos positivos de Covid-19 en el plantel. ¿Responsables? Muchos seguramente. Y algunos exigen que rueden varias cabezas del cuerpo médico. Pero, es normal ¿qué un equipo trabaje en una burbuja sanitaria? ¡NO SE PUEDE ENTRENAR Y JUGAR AL FÚTBOL! Estamos sufriendo una pandemia que ya se cobró más de 865 mil vidas en todo el mundo.
En nuestra provincia, sólo tres clubes pueden abrir sus puertas para que sus planteles profesionales de fútbol puedan entrenar: Godoy Cruz (que sufrió cinco casos de Covid-19); Independiente y Gimnasia y Esgrima. Los dos últimos comenzaron hoy con sus prácticas pero el Lobo ya suspendió todo porque se detectó un caso y en este momento, hay tres empleados de la institución aislados. ESTA PANDEMIA NO SE PUEDE CONTROLAR, ni en Mendoza, ni en la Argentina ni el mundo.
El show del fútbol profesional argentino no puede continuar. Se tiene que frenar como se hicieron con cientos de actividades laborales.
Sería una falta de respeto muy grande para las víctimas de Covid-19, sus familiares, los trabajadores que perdieron sus puestos de laburo, para el personal de sanidad, que la pelota vuelva a rodar sólo por cumplir con los intereses económicos.
Estamos a tiempo de dar un gran mensaje de solidaridad absoluta. Esta lucha requiere de todos los actores, incluidos los futbolistas.