El miércoles 25 de noviembre se paró el corazón de Diego Maradona y se paralizó el alma de todos los amantes del fútbol. El jugador más grande de la historia genera un amor ilimitado en todos los fanáticos argentinos y del mundo.
Por esta razón, desde su fallecimiento, se le rinden homenajes en todas las canchas del mundo. Hoy, la Lepra volvió a jugar después de 10 y el estadio Bautista Gargantini no estuvo ajeno a la situación.
Antes del inicio del encuentro se realizó un pequeño homenaje lanzando al aire globos celeste y blanco con helio y una camiseta argentina con la número 10. Emocionante.
Pelusa, vivirá por siempre en el corazón de todos los amantes del fútbol.