Martín Payero se transformó en el nuevo refuerzo de Boca y con él llega un mediocampista con buen pie, pase filtrada y llegada al gol, algo que el xeneize necesita con suma urgencia.
Hace unos meses que el conjunto de la Ribera pretendía hacerse con los servicios del volante, fue precisamente Sebastián Battaglia quien se lo pidió a la dirigencia al comienzo del libro de pases, pero no es hasta su partida que el consejo del fútbol decide ir con todo por sus servicios.
Payero, jugó la pasada temporada en el Middlesbrough, quien disputa el Championship (segunda división inglesa). El ex mediocampista de Banfield y Talleres tan solo disputó jugó 17 partidos esta temporada, por lo que el conjunto red quería cederlo para que gane rodaje y tenga un rendimiento acorde a los 7 millones de euros que costó en agosto del año pasado.
El fichaje era realmente inesperado, no solo por el momento futbolístico e institucional del club, sino porque hace menos de un mes el jugador había declarado contundentemente: “Me prioridad es quedarme acá. Hasta el momento no hubo ninguna oferta formal”, apuntó el joven futbolista en conversación con el medio argentino IP Noticias.
En aquel entonces se refirió a los rumores que lo acercaban a Boca Juniors: “Estoy al tanto del interés, pero conmigo por ahora no habló nadie. Si llega alguna propuesta por escrito y la tengo sobre la mesa, la voy a evaluar”, expresó.
El pasado de Payero en River
Payero nació en Pascanas, provincia de Córdoba y fue descubierto en 2010 por ojeadores de River a la edad de 8 años mientras jugaba en el Club Independiente de su ciudad. Luego de jugar durante cuatro años con el Millonario en diferentes torneos regionales, se trasladó a Buenos Aires para vivir en la pensión del club.
Esa fue quizás uno de los momentos más difíciles para le jugador, ya que al estar tan lejos de su hogar, extrañaba a su familia. Es por ello que River lo dejó libre y a los 14 decidió volver a su provincia.
Tras este mal pie, Banfield lo descubrió y logró convencerlo de volver a Buenos Aires y con tan solo 17 años disputó sus primeros minutos en Primera División. El resto es historia conocida.