“Por respeto a la gente, no estoy en condiciones de hablar. Siento mucha vergüenza”, dijo conmovido e impotente el presidente de Huracán Las Heras, Rafael Giardini, quien después de 9 años de gestión en el club lasherino, dijo no tener ganas de continuar en la institución.
Con la voz quebrada, el dirigente confesó en entrevista con LV10 que “en la cabeza se mezclan muchas cosas, después de lo vivido ayer. No hay ninguna explicación. Creo que lo que nosotros podamos delegar está fuera de contexto porque era una tarde bastante feliz para nosotros porque habíamos comenzado con una vacunación por Covid, con la presencia de la Ministra de Salud, Ana María Nadal, del intendente Daniel Orozco, de la gente de la Gobernación, y terminar así no hay explicación. Todo lo que digamos no va a reparar este daño enorme que se le hizo a Huracán, porque es una cosa que supera lo normal”.
“No encuentro explicación porque no peleamos contra la policía, no hubo motivos con el equipo contrario, no tengo respuestas. Y desde lo que a mí respecta, me haré cargo de lo que me corresponde. Pero más de lo que hemos trabajado por este club…No tengo ganas de seguir, en absoluto”, confesó.
Y agregó: “No tengo fuerzas, contra esto no podés luchar. Después de un año y medio de pandemia logramos tener un club medianamente ordenado. No es un club con peleas internas. Fue una pared que encontramos de frente”.
“Más cuando habíamos convertido el tercer gol, jugábamos bien, la gente alentaba y había infinidad de familias presentes, algo que en Huracán no pasaba desde hacía tiempo. Haciendo una reflexión, es irreversible. Lo que sucedió es injustificable”, lanzó.
Ante la consulta sobre la procedencia del tiroteo, del cual una bala impactó en el técnico de Ferro de General Pico, y que por suerte no hubo que lamentar otra desgracia en el fútbol, Giardini expresó: “Entre los hinchas hay muchísima gente identificada. Pero lo que quedó establecido por la policía, mediante videos, fue que los disparos vinieron del portón noreste. Y la información que recibí cerca de la medianoche de ayer es que las balas vinieron de ese portón, que nunca se abrió”.
“Igual es un disparate decir que en un club se desconozca la gente de la hinchada. Hay hinchas que colaboran y siempre están ayudando a la institución. Pero también nos encontramos con gente, y ayer quedó demostrado, que le interesa muy poco este club”, afirmó.
Sobre la sospecha de “aprietes” a la dirigencia, el presidente dijo rotundamente que no. “Quédense tranquilos que eso no existió. Jamás desde que estoy en el club, alguien vino a apretarme”.
Giardini luego explicó, desde su observación, que la cancha tenía más gente que la cantidad de entradas dispuestas. “Por la mala campaña que hicimos, en los partidos anteriores cortamos 180 entradas, en el siguiente 200 y en el de ayer, 190. Y de repente vi la cancha con muchísima más personas. Estas cosas se escapan a la organización. E insisto, esto no tiene que ver con los disparos”.
“Estamos totalmente quebrados, no hay deseos de contar ni discutir, ni de explicar lo inexplicable. Cada uno tiene que evaluar todo el esfuerzo que se hizo para mejorar esta institución, lo que quisimos para Huracán. Hoy estamos destruidos, con vergüenza y sin ganas”.
El vicepresidente de Ferro GP había dicho a distintos medios que “el día anterior había un clima raro”. Sobre esto, el titular del Globo sostuvo que no entendió aquella afirmación.
“En este partido no nos jugamos absolutamente nada y fue decepcionante escuchar a la dirigencia de Ferro. El sábado en la tarde les dimos la cancha para que ellos se entrenaran. Pero esto ya no va al caso, pese a la barbarie que les tocó vivir. Nosotros ahora nos tenemos que poner a disposición de la policía, de la justicia o a quienes nos convoquen”, finalizó.