Por cómo se dio el partido y el contexto en esta Champions, el punto para Real Madrid significó una victoria en Alemania ante Borussia Mönchengladbach. Porque perdía por dos goles de diferencia y estaba para el cachetazo. Finalmente, mediante la jerarquía de sus futbolistas, consiguió sobre el final un valioso 2-2. Ojo, sólo cosecha un punto en dos presentaciones en el grupo B y la semana próxima deberá sumar de a tres para reacomodarse.
Obligado a dejar atrás el sorpresivo tropezón de la semana pasada contra Shakhtar de local y, con cierto envión por la victoria en el clásico contra Barcelona, el Madrid asumió el protagonismo en suelo alemán. Pero cuando merodeaba el 1-0, llegó la respuesta del otro lado: desajuste defensivo del equipo de Zidane y la sapiencia de Marcus Thuram para madrugar a Lucas Vázquez y clavar el 1-0 en 31 minutos del primer tiempo.
En un contexto ya más parejo, Borussia clavó otra daga cuando iban 13 minutos de la segunda parte. Otra vez Thuram con verdugo tras el rebote de Courtois y la habilitación de Mendy. Pintaba para papelón lo del Madrid, que en un momento parecía haber perdido la brújula y su rival estaba cerca del 3-0.
Pero a un equipo que cuenta con figuras experimentadas como Sergio Ramos y Benzema nunca hay que darlo por muerto. Y si no lo matás cuando tenés la oportunidad, terminás sufriendo. Eso le pasó al dueño de casa. A poco para el final, primero apareció el francés con una gran pirueta para clavar el descuento. Y apenas unos minutos más tarde, el histórico defensor -que se fue a jugar de nueve- la bajó de cabeza y se la dejó servida al brasileño Casemiro para el 2-2 milagroso.
Así, el Merengue suma un punto en el grupo B. Resultará clave el choque del próximo 3 de noviembre contra Inter (dos puntos) para acercarse a los líderes Shakhtar y Borussia con cuatro.