Después de la partida del colombiano Rafael Santos Borré, quien emigró al Eintracht Frankfurt de Alemania; de inmediato el técnico Marcelo Gallardo encontró reemplazante, uno que salió a la luz como artillero de raza, después de que pasara por las manos de Hernán Crespo (ex River) para su transformación como “El 9″ de Defensa y Justicia, Braian Romero.
En el Halcón, en 2020, encontró su lugar en la cancha, el que lo hizo sentir cómodo y productivo. Y mucho tuvo que ver Hernán Crespo: “Llegué como extremo por izquierda y un día estábamos haciendo fútbol, Crespo paró la practica, me llamó a un costado y me pidió que tirara diagonales por adentro en vez de por afuera. Y dio la casualidad de que hice tres goles en 20 minutos en ese amistoso. Me ensenó mucho Hernán”, confió en su momento el delantero, en una entrevista en Olé.
El artillero consiguió 21 goles en 32 partidos disputados. A nivel internacional, su cosecha fue de 18 goles en 18 juegos. Y quedó demostrado cuando en la la última Sudamericana ganada por Defensa se consagró el goleador del certamen con 10 tantos. Y pese al cambio de entrenadores (después de Crespo arribó Sebastián Beccacece) su marca personal continuó creciendo: en la actual Copa Libertadores con 6 goles anotados para un Defensa que clasificó también a octavos y jugará con Flamengo. Y aquellos dos logrados en la Recopa.
Revisión médica en Núñez
Romero llegó en horas de la mañana a la Clínica Rossi para realizarse los estudios médicos correspondientes. Y si todo resulta de la mejor manera, esta tarde estará firmando su nuevo contrato con River por los próximos tres años y medio. La institución comprará el 80% de su ficha en una cifra cercana a los U$S 2.500.000, que en principio se abonarán en cinco cuotas al equipo de Florencio Varela.
El atacante tiene 30 años será anotado en la lista de la Copa Libertadores y estará disponible para la serie de octavos de final frente a Argentinos Juniors, el próximo miércoles 14.
Una enfermedad lo tiró a la cama y casi deja el fútbol
El 9 de Defensa, se inició en las inferiores de Chacarita y Tigre; y tuvo un breve paso en Acassuso, donde arrancó con carrera profesional en el 2011. Y a fines de 2012, se fue a dormir una siesta y cuando se quiso levantar un fuerte dolor en el sacro lo inmovilizó.
El diagnóstico médico, en noviembre de 2012, fue sentida como una sentencia. Todo su mundo se le caía en pedazos. Acompañado por su esposa Romina y con un tremendo desconsuelo, se marchó tras la consulta en Villa Urquiza. El diagnóstico fue artritis reumatoidea, una enfermedad que lleva a la inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes. Estufo muy medicado, incluso con morfina para calmar los dolores. Fue cerca de un año de infierno, por su dificultad para caminar, y por haber creído perder lo que más amaba: el fútbol.
Se aferró a Dios y batalló. Encontró su milagro y finalmente pudo volver a la cancha. Poco a poco se abrió camino, pasó por Colón, Argentinos, Independiente y Paranaense de Brasil.
“Siento que la enfermedad fue un momento que Dios me puso en el camino y volvería a elegirla porque me ayudó a valorar muchísimas cosas y a crecer como persona”, confió en diario La Nación.
Toda una historia de superación.
Fue un 2020 goleador y campeón de la Sudamericana, y quién dice que en el 2021, lo sea en Libertadores.