Agustín Pichot, referente histórico de Los Pumas, hizo una profunda reflexión sobre el rugby en cuanto a la transmisión de valores, reconoció que el gran problema que tuvo el deporte fue haber “naturalizado la violencia”. Además, contó que llamó al padre de Fernando Báez Sosa pidiéndole disculpas y relató una experiencia personal en sus comienzos como jugador.
Pichot, de 46 años, integrante del salón de la fama de su deporte y ex vicepresidente de la World Rugby, dio detalles de por qué decidió contactarse con Silvino Báez Sosa para pedirle perdón por el asesinato que cometieron los rugbiers en Villa Gesell en el verano de 2020.
El ex jugador de Los Pumas recordó en una entrevista con Infobae una charla que tuvo con su hija de 18 años cuando le preguntó qué opinaba de los jugadores de rugby días después del crimen del joven Báez Sosa. “Son patoteros, quilomberos y agresivos”, contestó la joven. Ahí Pichot decidió mandarle un mensaje al padre de Fernando para pedirle perdón porque se consideraba responsable desde su lugar.
Por otra parte, Pichot hizo su autocrítica como referente del rugby y recordó los abusos que sufrió durante su etapa de jugador.
“El rugby naturalizó muchas cosas que estaban mal. Como el hecho que te caguen a trompadas, que te muerdan hasta que no te puedas sentar. A mí me lo hicieron, me mordieron la cola y no me pude sentar por cuatro días. Me cortaron el pelo, y yo amaba mi pelo. Eso no tiene nada de gracia”, contó Pichot.