Un conflicto sindical desató una tormenta imprevista en la Asociación del Fútbol Argentino y podría derivar en una sanción que le costaría varios millones de pesos. Según quedó establecido en una presentación realizada por el Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina (SADRA), bajo la firma de su Secretario General, Guillermo Marconi, al Ministerio de Trabajo, “más de 150 árbitros de la Liga Mendocina de Fútbol están en relación de trabajo irregular, o negro, violando expresas disposiciones legales sobre el particular”. Esto, de acuerdo al acta en cuestión, establece que la dirigencia de calle Garibaldi 83 “no aporta al sistema de Seguridad Social de la Nación, ni al Sistema de Salud, ante la ausencia de una obra social que cubra cualquier inconveniente de ésta índole”.
La inspección realizada en el ente que rige el fútbol de la provincia, que también se hizo en la Liga de Catamarca, surgió, según SADRA, “a raíz de una presentación del colegiado Martín Maximiliano Czckil Aravena”, y estuvo a cargo de Walter Siracusa y Luis Quintero, quienes establecieron las conclusiones que llevan la firma de Marconi.
La acusación de SADRA hacia la AFA es por “no respetar el Convenio Colectivo de Trabajo”, mientras que desde calle Viamonte se desligaron de tal situación, aduciendo que las responsabilidades de cada liga del interior “devienen de sus propios estatutos atentos a su autonomía”.
La situación surgió a partir de mediaciones llevadas a cabo en los meses de abril, mayo, junio y agosto, tras una denuncia de SADRA “por falsear documentación sobre la inscripción gremial” en contra de la Unión de Árbitros de la República Argentina (UADA). Tras no existir un acuerdo de partes, llegó la orden de realizar inspecciones y Mendoza y Catamarca quedaron en el ojo de la tormenta.
Tal cual expresa la presentación del SADRA, Czckil Aravena declaró que “no emite factura ni tampoco es monotributista; no tiene contrato alguno con la Liga Mendocina de Fútbol, aun cuando guarda relación de dependencia con la ella; trabaja los días sábados y/o domingos, con horarios variables; y es la propia Liga quien organiza los partidos con los clubes”.
Ante ello, SADRA solicitó que se apliquen sanciones legales a la Liga Mendocina y la Catamarqueña, atento a “las irregularidades legales comprobadas en las inspecciones realizadas respecto de la seguridad social, el convenio colectivo de trabajo, el derecho colectivo de trabajo y la ley de contratos de trabajo, además de la ley de obras sociales y falta de implementación de los seguros correspondientes”.
Además, solicita que “la Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo remita actuaciones correspondientes para que se releve a las 28 ligas restantes, a efectos de verificar la existencia de trabajadores en relación de dependencia que presten tareas arbitrales”.
Siempre en off, desde la Asociación Civil de Árbitros Mendocinos Asociados (ACAMA) confiaron que “No existe tal conflicto. Nosotros sacamos el sindicato UADA hace una semana y esto es un manotazo de ahogado de Marconi. Los árbitros de la liga perdimos relación de dependencia hace 18 años, cuando el actual secretario del SADRA en Mendoza, Armando Funes perdió el juicio con la Liga Mendocina. Entonces, firmamos contrato a través de ACAMA, que presta servicio ad honorem”.
Así mismo, confirmaron la existencia de “un contrato firmado con la Liga Mendocina y todos los árbitros cuentan con el seguro correspondiente. Acá ningún árbitro denunció; Marconi mandó al Ministerio y Czckil Aravena estaba cuando llegó la inspección y quedó al medio de todo”.
Y repitieron: “ACAMA existe porque SADRA perdió un juicio con la Liga Mendocina, cuando José Micheli era presidente de la misma, y se perdió la relación de dependencia. Por eso se crea la Asociación para poder facturar”.
Enfrentados: un conflicto entre dos gremios nacionales
Desde UADA, que fue oficializada en agosto pasado y tuvo asunción de autoridades por primera vez hace una semana, una voz en off aduce que la situación obedece a una interna entre esta asociación y SADRA. La nueva entidad, que nuclea a los árbitros del interior del país, está conducida por el ex réferi de fútbol profesional, Sergio Pezzota, con quien Marconi mantiene un largo enfrentamiento.
El conflicto entre el SADRA y la asociación de árbitros del interior del país no es nuevo y obedece al descontento por los manejos del propio Marconi, quien comanda la entidad desde su creación, hace 35 años.
“Que Marconi diga adónde fue el arancel del 10% que nos sacaba SADRA. Todo esto es un manotazo de ahogado”, finalizó la misma fuente consultada por este medio.