San Lorenzo quedó eliminado de la Copa Sudamericana al perder ante San Pablo, de visitante y por 2 a 0, el partido de vuelta de los octavos de final, luego de la victoria del conjunto argentino por 1 a 0 como local en la ida.
En un partido jugado en el mítico estadio Morumbí el dueño de casa sacó a relucir su estirpe copera, mejoró mucho su rendimiento en relación con el partido de ida disputado en Buenos Aires y sacó diferencias con goles del argentino Jonathan Calleri y Luciano.
El equipo argentino dirigido por Rubén Insúa mostró un rendimiento interesante y digno en la primera etapa, donde vio como un remate de Nahuel Barrios se estrellaba en el travesaño local, pero sobre el final de la primera etapa recibió el golpe con el tanto de Calleri, ex Boca Juniors.
San Lorenzo sufrió la falta de refuerzos, pero los errores dirigenciales agrandaron aún más la figura de Insúa y sus dirigidos, que dejaron todo en la cancha.
En los primeros minutos, San Pablo salió a atacar a San Lorenzo que respondía con una presión alta a partir de tres cuartos, mientras que Luciano se ubicaba entre Carlos Sánchez y Rafael Pérez para jugar como enganche detrás del argentino Calleri.
Mientras que los dirigidos por Rubén Darío Insúa se prodigaban en esfuerzos desde Adam Bareiro e Iván Leguizamón que eran los primeros defensores, corriendo a la línea de fondo paulista.
En el final del primer tiempo los locales tuvieron un tiro libre desde afuera, Wellington Rato fue muy preciso en la pegada ya que la pelota cayó en la cabeza de Calleri que se levantó muy bien y el balón cayo bombeado detrás de Batalla. Así los paulistas igualaron el marcador global.
A los 20 minutos, Rodrigo Néstor armó una jugaba muy buena con gambetas, fintas y movimientos de un viejo wing brasileño para dejar a Braida y a Hernández pagando, y la cruzó al segundo palo, donde entró Luciano habilitado para marcar el segundo tanto.
En uno de los escasos ataques de San Lorenzo en los últimos minutos llegó un centro al área de San Pablo y Rafa Pérez fue golpeado en el aire por defensor que no lo dejó cabecear. Pero el juez oriental no consultó al VAR, y así se diluyeron las esperanzas de los de Boedo de llegar a los penales.