Los Solari están de parabienes. Es que Pablo, jugador de River, hace unos días hizo tres goles y se afirma en el Millo de Marcelo Gallardo. Mientras, a kilómetros de distancia, aquí en Mendoza, su hermano Santiago es una de las grandes figuras con que el Lobo mendocino sueña dar pelea en busca del ascenso a la Primera División. Y aunque sin dudas la figura de su hermano es más mediática, Santiago tiene mucho para decir. Por eso, en un repaso mano a mano con Diario Los Andes, repasa un presente estupendo para la familia.
Maluma, como lo bautizaron en su momento, no puede dejar de destacar la admiración que siente por su hermano. Casi de inmediato, los recuerdos afloran y los “picados en la calle de tierra” de su Arizona natal, en la provincia de San Luis, copan toda la escena.
“Nosotros sabemos las que hemos pasado para llegar a este momento. Estar solos, lejos de nuestra casa, siendo tan chicos y pensando en un futuro deportivo. Creo que hoy es un gran momento y sin dudas una enorme alegría para mis viejos y la familia en general. Nosotros somos muchos hermanos y cuando éramos chicos armábamos los arcos con ladrillos y jugábamos contra los de las otras cuadras. Nos divertíamos mucho. Que hoy, Pablo esté haciendo goles en River es algo increíble”, dice el volante- extremo con que cuenta Luca Marcogiuseppe para abrir defensas rivales. Hoy, con cuatro goles, a sus 24 años, es el goleador del elenco mensana en la presente temporada.
- ¿Cómo estás?
- Muy bien. Estoy, y la familia está, pasando un momento de locura. Parece increible. Están todos más que felices con este presente que nos toca atravesar con Pablo en River y yo en Gimnasia.
- ¿Pudiste ver el partido de River y los tres goles de tu hermano?
-¡Sí! Fue increíble. Me puse a ver el partido y cuando veo que a los cuatro minutos hace un gol, dije ‘chau, hoy hace dos o tres goles’.
- Un gol en los minutos iniciales es como una especie de combustible para lo que vendrá...
- ¡Olvidate! Le dije a mi papá la primera vez que jugó en esa posición ‘Pablo se va a cansar de tener situaciones de gol’. Es que tiene muy buenos habilitadores en Juanfer (Quintero) y De la Cruz, y cada vez que agarran la pelota se la dan a él. Creo que va a hacer muchísimos goles, sin dudas.
- En apenas un puñado de partido está exponiendo su mejor versión...
-Es increíble y pueda ser que siga así. Es un gran jugador y tiene mucho para darle a River.
-Como hermano, ¿cómo viviste su paso de Colo Colo de Chile a River Plate?
- ¡Hermoso! Es muy lindo todo, porque llegar a River no es fácil. Los dos pasamos momentos difíciles desde el crecimiento en las inferiores e irnos desde muy chicos de nuestra casa y que hoy se le de esta situación a Pablo, es algo soñado. Sobre todo en un club como River y la magnitud que está teniendo ahora, porque en 6 partidos hizo 7 goles. Es muy bueno para él y para todos.
- Viendo el talento individual de cada uno, cuesta creer que en el barrio no hayan sido una pesadilla jugando juntos...
- (Risas). Mi barrio de la infancia siempre tuvo calle de tierra y ahí armábamos la cancha para jugar. Con ladrillos armabamos los arcos y jugábamos en nuestra cuadra y enfrentábamos a los de otras cuadras. ¡Nosotros, los Solari, ya éramos un montón! (deja escapar una carcajada). Éramos cuatro los Solari que jugábamos en un mismo equipo.
- ¿Cuántos hermanos son?
-Somos nueve hermanos. En mi pueblo somos seis, porque mi papá, antes de vivir con mi mamá, tuvo, en Córdoba, tres hijos con otra pareja.
- ¿Por eso tu hermano se formó en Córdoba y vos prácticamente en Buenos Aires?
-Sí, totalmente. Yo estaba en Vélez Sarsfield y él hizo todas las inferiores en Talleres de Córdoba.
- Y de ahí el salto a Chile...
- Si, porque no le daban lugar en primera. Le llegó la propuesta de Chile, porque Colo Colo venía peleando el descenso y tenían que traer un juvenil. Y como el ayudante de campo de Colo Colo lo había tenido en Talleres, lo recomendó.
- El buen momento deportivo tiene además un extra: tu papá es hincha de River...
- ¡Todos somos hinchas de River! Que Pablo esté hoy vistiendo esa camiseta y con este presente, es una hermosa historia para nosotros.
- ¿Y tu madre como ha vive estos momentos, teniendo en cuenta que desde chico se fueron a probar suerte a otros clubes y ahora los ve que el esfuerzo valió la pena?
- Mi vieja se debe haber deshidratado de tanto llorar con todas estas alegrías. Realmente fue muy duro, pero hoy todo tiene recompensa.
- En lo personal, vos también atravesas un buen momento en el Lobo, donde sos el goleador del equipo y uno de los puntos más altos del equipo...
- Estoy disfrutando mucho esto. Hoy estamos peleando el torneo y no me equivoco si digo que a principio de año nadie nos ubicaba en esta posición de la tabla. Estamos bien y cuando el grupo está bien, lo individual también lo está.
- Has tenido grandes partidos como el del clásico frente a Independiente...
-Disfruto el momento. Por ahí hay partidos que la rompes y otros donde no tanto y las situaciones de gol no aparecen. Pero el fútbol es eso. Estamos muy tranquilos porque el grupo respalda lo individual.
- ¿Haber perdido frente Almagro y no alcanzar el récord de minutos con el arco invicto les sacó esa mochila de jugar pensando en eso?
- Queríamos que ‘Tomy’ (Tomás Giménez) lograra el récord, porque en lo personal sería muy bueno para su confianza. Para nosotros hubiera sido bueno porque hablaría del gran trabajo defensivo que realizamos. Igual, no le dábamos mucha pelota a eso. Se fue dando solo. Sin embargo, siempre queremos mantener la valla invicta todos los partidos; siempre queremos hacer el partido perfecto: hacer goles y que no nos conviertan. Sabemos que no todos los partidos serán iguales; tenemos que trabajar como lo venimos haciendo: con humildad. Vamos a seguir partido a partido, siempre con el mismo objetivo: el Reducido.
- Viene un partido importante frente a Chacarita...
- Las pruebas son fin de semana tras fin de semana. Porque cuando estás peleando por un lugar, todos los puntos cuentan. Queremos salir y ganar. Ya lo hemos demostrado en canchas difíciles. Siempre fuimos al frente. Seguimos con las mismas convicciones. Ahora nos toca en casa, donde tenemos que hacer sentir la localía y que a ellos les cueste nuestra cancha.
-Así como vos lo seguís a Pablo, ¿él te sigue vos?
- Siempre nos hemos apoyado mutuamente. Siempre él está viendo los partidos y me sigue. Y yo a él. Tenemos una gran relación y obviamente en la familia queremos que le vaya muy bien. Cómo hermanos sabemos lo que hemos pasado antes de todos estos buenos momentos. Nos deseamos lo mejor siempre. Siempre miro los partidos de River, pero hoy, estando él allí, lo hago con mucho más entusiasmo, sin dudas.
-¿Son todos futboleros en la familia?
-¡Sí! Mi hermano mayor, que se llama Matías Jesús, por Almeyda, es médico. Ese eligió el camino de los libros y estudió. Mi mamá se llama Susana Ferreyra y mi papá, Víctor. Después sigo yo, que me llamo Santiago por el jugador de River y Pablo, por Aimar, de quien mi papá es fanático. Después están Mateo, Sofía y Juan, que son los más chicos.