Mientras Dani Alves está en prisión preventiva tras ser detenido por presunta violación. Dos jóvenes, una amiga de la víctima y la prima, aportaron más detalles de lo que sucedió esa noche y complicaron la situación del brasileño.
Según el periódico catalán La Vanguardia, una de las jóvenes que había asistido el pasado 30 de diciembre al boliche Sutton de Barcelona con la víctima, ha declarado que Alves también abusó de ella. Las dos sostuvieron que el brasileño las manoseó violentamente y una de ellas contó que le puso su mano en sus partes íntimas hasta que ella pudo salirse de él.
“Especialmente relevantes son las declaraciones de las dos jóvenes que acompañaban a la víctima, su prima y una amiga de ambas. La amiga relató a las investigadoras que el jugador brasileño la estuvo manoseando con violencia y que le puso la mano en sus partes íntimas hasta que logró zafarse y alejarse” relató la periodista Mayka Navarro, de dicho medio.
Estos testimonios complica aún más situación del exfutbolista de los Pumas de la UNAM y coinciden con la declaración de la víctima de 23 años que había destacado ante las autoridades esta situación antes de lo que sucedió en el baño VIP del local bailable: “Me di cuenta de cómo tocaba a mis amigas y de lo pegado que estaba a ellas” declaró.
Navarro asegura en La Vanguardia que el chef brasileño vinculado a Dani Alves se quedó en el VIP del lugar con la prima de la víctima y luego la buscó en la red social Instagram para “ofrecerse” en caso de que lo necesitaran para una eventual denuncia: la denunciante presentó capturas del chat como pruebas de sus dichos.
Los integrantes de la Unidad Contra las Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos d’Esquadra lograron que una decena de personas testifique sobre lo ocurrido esa noche. Hoy está centrado todo en el relato de las dos jóvenes que acompañaron a la víctima al boliche el día del presunto hecho.
El Tatuaje que expuso a Dani Alves:
Según dio a conocer El Mundo, la víctima explicó que el ex jugador del Barcelona tiene un tatuaje en el abdomen en forma de media luna y que lo pudo ver durante toda la relación no consentida. Aclaró que lo vio en el momento en que el jugador intentó obligarla a hacerle una felación.
Dani Alves, en su primera declaración, dijo que “ella había entrado y se le había abalanzado encima” y cuando la magistrada Anna Marín le preguntó donde llevaba ese tatuaje y cómo era posible que la víctima lo hubiera visto, el jugador brasileño admitió que “se levantó cuando ella entró y que por eso pudo verle el tatuaje que habitualmente está tapado por la ropa, ya que baja desde el abdomen hacia la zona genital”.
