Todavía masticando la derrota en un clásico en el que había comenzado en ventaja, los jugadores de Boca se retiraron del Cilindro de Avellaneda cabizbajos y sin mediar palabra con la prensa. En ese trajín en el que salieron del vestuario tras la derrota 2-1 con Racing,se viralizó una imagen que rápidamente despertó un arsenal de versiones y hasta se llevó más focos que el propio resultado: Lucas Janson y su ojo izquierdo completamente morado.
¿Qué fue lo que realmente sucedió?
Para despejar cualquier tipo de rumor sobre algún conflicto interno, la información indica que el verdadero motivo detrás del contundente golpe que exhibió el delantero en su rostro tiene que ver con un choque que sufrió contra el defensor Mateo Mendía en uno de los entrenamientos previos al clásico.
Es decir, la inflamación en el ojo ya lucía en el rostro de Janson desde mucho antes del encuentro con la Academia producto de una situación desafortunada en el predio de Ezeiza. De hecho, las imágenes del jugador de pasado en Vélez entrando en calor, en la previa a su ingreso sobre el cierre del segundo tiempo, dan fe de que era así.
Pero claro, lo que sucedió es que en la transmisión oficial del partido esta situación pasó desapercibida por las cámaras y todo trascendió recién cuando se lo vio abandonar el vestuario para subirse al micro junto al resto del plantel. Entonces, distintas versiones erróneas comenzaron a sobrevolar el mundo virtual, aunque luego rápidamente desde Boca aclararon que había pasado para no avivar ninguna llama en medio de un clima ya de por sí tenso tras la caída.