Sebastian Vettel no fue de la partida en el Gran Premio de Arabia Saudita porque horas antes del inicio de la carrera había dado positivo de COVID-19.
En el marco de aquella carrera, la F1 vivió uno de los momentos más tensos de los últimos tiempos el viernes cuando hubo un ataque con misiles a una de las instalaciones de la petrolera Aramco, muy cerca del circuito de Jeddah.
Los pilotos finalmente decidieron correr, pero no se conocía cuál era la opinión de Vettel, ausente ese fin de semana por coronavirus. El alemán, hace poco hizo declaraciones al respecto y dijo. “No puedo decir cuál hubiera sido mi reacción. Por un lado, tenía claro que no iba a correr, pero no estaba allí”.
Por otro lado reflexionó sobre las decisiones en torno a lo económico: “No creo que sea justificable ir a ciertos lugares o ciertos países. No vamos a ir a Rusia este año y todo el mundo entiende porqué. Arabia Saudita está en conflicto con Yemen desde 2015 y, aún así, a F1 tomó la decisión de ir allí. La razón es el dinero, peor hay que preguntarse ¿hasta dónde hay que llegar?
Sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, Vettel fue contundente y dijo que no correría en Rusia. Además, se encargó de destacar el apoyo a la comunidad ucraniana que sufre las consecuencias de la guerra. “Cada vez que pienso que no puede empeorar, hay nuevas noticias aterradoras. Están muriendo personas inocentes. Están asesinando a mujeres y niños. Es terrible y hay que hacer todo lo posible para ayudar a los afectados, desde comida, mantas, pañales o lo que necesiten”