Partidazo. No existe otra palabra para describir el encuentro en el que Milan derrotó a Lazio por 3-2 en la última jugada con goles de Ante Rebic, Hakan Calhanoglu y Theo Hernández por la fecha 14 de la Serie A. Luis Alberto y Ciro Immobile habían igualado transitoriamente para la visita, que se retiró del San Siro sin nada pese al gran esfuerzo realizado.
Ambos equipos se metieron en un ida y vuelta feroz que le dio buenos dividendos a los dos, aunque sólo uno pudo terminar festejando. Si bien mostraron algunas carencias en el aspecto defensivo, tuvieron un poder de fuego en el último tercio de la cancha determinante.
Tanto fue así que el local se adelantó 2-0 en los primeros 15 minutos y todo parecía una fiesta. Toques, pases largos, contragolpes. Un repertorio a pura variante para mover a su rival de un lado al otro. Sin embargo, Lazio se acomodó lentamente, agarró la pelota y llegó al empate al comienzo del segundo tiempo. Y hasta tuvo chances de ganarlo. De hecho, Gigi Donnarumma le paró un penal a Immobile en la primera parte (luego Luis Alberto aprovechó el rebote).
Y cuando el marcador indicaba las tablas, los arqueros se volvían figuras y las piernas daban cuenta del desgaste de todo un año calendario, Hernández se elevó más alto que nadie, anticipó a su marca en el primer palo y anotó en el minuto 92. Con este triunfo, Milan se aseguró terminar el año en la cima de la tabla de posiciones con 34 unidades, uno más que Inter, que es su principal rival en la lucha por el título.
Lazio se retiró del estadio con dos noticias negativas: sin puntos y con la lesión de Joaquín Correa, quien recibió un pisotón en el tobillo y debió ser reemplazado.