Luego de una semana cargada de polémica y con mensajes cruzados de ambos bandos políticos, Diego Milito, quien fue a votar por la mañana, es el nuevo presidente de Racing. A falta de los resultados oficiales y tras el rumor que persistió durante toda la tarde acerca de una amplía diferencia del candidato opositor sobre Christian Devia, el Príncipe será el próximo presidente de la Academia.
Las elecciones en Racing fueron históricas: se estima que votaron más de 16.000 socios, un número que no se había registrado hasta el momento. Ayer, y con una fuerte pelea política entre Diego Milito y Christian Devia, candidato de Víctor Blanco, los hinchas comenzaron a presentarse a las urnas desde las ocho de la mañana, algo que fue incesante hasta pasadas las 18 horas, cuando pese a ser el horario estimado del cierre de las urnas aún había varias cuadras de cola de socios para votar.
Claro, el run run de la tarde era favorable a Diego Milito, que permaneció en la zona de votación junto con su familia y cerca de Sebastián Saja, quien será su mánager deportivo. Un detalle a destacar es la enorme cantidad de hinchas que se acercaron a votar pese a la polémica que se había armado durante la semana, luego de que se decidiera votar la mañana siguiente al partido de Racing ante River, que terminó pasadas las 23 del sábado.
A falta del recuento final, los resultados extraoficiales ya dan por ganador a Diego Milito, que mantiene una ventaja importante sobre el candidato del oficialismo. Si bien aún resta saber los números oficiales, lo cierto es que el Príncipe se convertirá en el nuevo presidente de Racing.
Incidentes entre facciones de la barra
Y lo que parecía ser una jornada eleccionaria sin problemas, se volvió una tarde tensión. Cerca de las 19 horas y con los últimos votantes en las urnas en un día en el que la Academia registró récord de asistencia, la barra oficial se enfrentó con la disidente por lo que se dieron una serie de corridas en los alrededores del estadio. Ante el conflicto, la policía se metió entre ambos bandos para desmantelar el enfrentamiento. Pese a ello, se escucharon al menos siete detonaciones.