Lo que parecía ser un golpe en la última práctica en Fort Lauderdale terminó siendo otro gran dolor de cabeza para la Selección Argentina. Valentín Carboni, quien había quedado desafectado por un traumatismo en su rodilla izquierda, se sometió a estudios y se confirmó la rotura del ligamento cruzado anterior de la misma.
El mediapunta zurdo era un serio candidato a sumar una buena cantidad de minutos en esta doble fecha de las Eliminatorias Sudamericanas contra Venezuela y Bolivia. Es que, ya sin Ángel Di María, el técnico Lionel Scaloni lo consideraba una alternativa más que interesante para darle vértigo al ataque albiceleste. Sin embargo, una acción desafortunada en el entrenamiento en Miami le provocó una grave lesión articular.
Una complicación para la Scaloneta y también para Olympique de Marsella, que lo había incorporado a préstamo hacía muy poco desde Inter de Milan y donde ya había jugado cuatro partidos por la Ligue 1. Ahora, Carboni deberá afrontar una larga recuperación, que le demandará no menos de siete meses, por lo que no volverá a las canchas hasta 2025.
El hijo del Kely -y hermano de Franco, con fugaz paso por River- había sido convocado a la Mayor para disputar la última Copa América en Estados Unidos y también registró varias presencias en la Sub 20 de Javier Mascherano y en la Sub 17 de Italia, a la que tiempo después rechazó para jugar en Argentina.
La suya no es la única baja sensible para la Selección, aunque sí la de mayor gravedad. Días atrás quedaron descartadas las presencias de Nicolás González (distensión), Paulo Dybala (molestia en el flexor), Marcos Acuña (contractura en el isquiotibial izquierdo) y Alejandro Garnacho (molestia en la rodilla izquierda).